Transparencia, eficiencia, mejores servicios para los ciudadanos y nuevas oportunidades de negocio. “Un solo bit de información puede generar un torrente de creatividad”. Lo puso en la agenda TIC internacional la Administración Obama con la iniciativa data.gov, que abría los datos públicos al uso ciudadano.
Lo corroboraron el viernes representantes de ciudadades europeas como Amsterdam, Berlín, Helsinki y Barcelona, que presentaron sus respectivos proyectos de Open Data en la jornada Innovation in Public Services, organizada por ESADE y Localret.
El miedo a que, en algún momento, se vulnere la privacidad de los usuarios cruzando datos sigue existiendo. El público que asistía al acto en el Forum ESADE se encargó de subrayarlo en varias intervenciones. Pero la directora de Comunicación y Sistemas de Información del Ayuntamiento de Barcelona y ex responsable de Atención Ciudadana en la Generalitat, Marta Continente, dejó claro que “no podemos estancarnos en este aspecto” porque “compartir información y conocimiento con los ciudadanos es clave para construir ciudades más inteligentes en la actual coyuntura económica”.
Nadie se lo discutió. Al contrario. Aunque sí quedó claro que algún tipo de incentivo es necesario para que los datos se conviertan en aplicaciones útiles para la ciudadanía y en un motor de lo que Peter Corbett, CEO de iStrategyLabs, llamó “innovación cívica”.
Tanto Amsterdam, como Berlín y Helsinki han apostado en este sentido por el concurso de aplicaciones después de haber probado otras vías. La ciudad neerlandesa, a través del laboratorio urbano Vaag Society, que lo pondrá en marcha el 16 de febrero, aunque ya cuenta con las iniciativas desarrolladas por un grupo activo de expertos que trabajan con la filosofía hacker. La ciudad alemana, desde la misma administración. Y la finlandesa, siguiendo el modelo creado por Apps for Democracy, impulsado por iStrategyLabs, que también ha hecho fortuna en Francia, Dinamarca y, el año pasado, en España con el Desafío Abredatos.
"La primera edición de Apps for Democracy permitió el desarrollo de 47 aplicaciones para web, iPhone y Facebook en 30 días”, recordó Peter Corbett. “La eficiencia es un potente catalizador”, reconoció Frank Kresin de la Vaag Society. En Catalunya, Rodalies.info, que proporciona información actualizada sobre las incidencias de la red de cercanías de Barcelona a través de la web y diferentes cuentas de Twitter, es un claro ejemplo de lo que los ciudadanos pueden conseguir reutilizando información pública.
Pero “las aplicaciones son sólo una pequeña parte del puzzle”, advirtió Corbett. “Hay que ir más allá para ofrecer verdadero valor a los ciudadanos”, añadió. “La cuestión es cómo utilizar los datos de las aplicaciones desarrolladas en los concursos para crear nuevos negocios”, sentenció. El nuevo director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Carles Flamerich, recogió el guante para cerrar la sesión: “Las TIC nos tienen que ayudar a superar la crisis”, concluyó.
La Vanguardia
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