La venganza de los ciclistas

Con más ciclistas que nunca en las calles, un creciente número de ellos están entrando en conflicto con otros usuarios de las vías de comunicación.
Pero ahora tiene una nueva "arma": una cámara de video miniatura que se anexa a los cascos o manubrios para filmar a quienes no respetan las reglas de vialidad.
Ben Porter, un tramoyista de Londres, inicialmente se compró una cámara para mostrarle a sus familiares y amigos incrédulos lo peligroso que es transportase en bicicleta.
Pero, como muchos otros ciclistas, también sube a YouTube los clips que filma y los discute con otros usuarios en foros como CycleChat.
Para la mayoría de usuarios de bicicleta, el objetivo final de las grabaciones es "nombrar y avergonzar" a los conductores. Pero Ben decidió llevar las cosas más lejos después de que un conductor de una camioneta lo rebasara y después saliera del vehículo para confrontarlo, mientras lo insultaba.
"Creo que quería darle una lección. No fue muy agradable, pero no notó la cámara", afirmó.

Tecnología barata

Porter llevó las imágenes que grabó a su estación local de policía y el conductor enfrentó cargos y fue hallado culpable de manejar en forma descuidada. Al final tuvo que pagar una multa de más de US$480 y cinco puntos de penalización en su licencia.
Los ciclistas aseguran que no todas las autoridades responden positivamente a su evidencia y no todos están convencidos de que es una buena idea.
"Una cámara en el casco puede ayudarte a ganar un caso, pero personalmente creo que es un exceso", le dijo a la BBC Paul Kitson, un abogado especializado en defender a ciclistas.
Este tipo de tecnología es cada vez más barata -las cámaras pueden encontrarse en internet desde US$25 dólares, aunque hay quienes pagan hasta US$320- y la calidad de la imagen es cada vez mejor.
Son dispositivos pequeños que se anexan a la cámara y algunos incluso cuentan con un control remoto para controlar las tomas.
Muchas de ellas miden menos de 10 centímetros por lo que es fácil ocultarlas, aunque algunos ciclistas prefieren que sean más grandes.
Dicen que si los conductores las notan es posible que se vuelvan más considerados detrás del volante.

BBC Mundo