La evolución tecnológica y la fiebre por estar a la última ha hecho que se renueven los aparatos con más frecuencia. Móviles, televisores, monitores y ordenadores pasan a vertederos donde, en muchas ocasiones, no reciben el tratamiento adecuado.
En la sesión de esta mañana el Parlamento ha aprobado por 580 votos a favor, 37 en contra y 22 abstenciones una serie de modificaciones a la propuesta de la Comisión Europea, que actualiza una directiva vigente desde 2003. Esta medida quiere evitar que los restos de nuestros aparatos acaben en manos de niños pobres que los despiezan para convertirlos en chatarra, exponiéndose a sus componentes potencialmente tóxicos.
El pasado 22 de junio, la comisión de Medio Ambiente dio el visto bueno al informe del representante alemán Karl-Heinz Florenz para gestionar eficazmente estos residuos y reducir así las consecuencias sanitarias y medioambientales de un tratamiento inadecuado.
Cada año entre 8,3 y 9,1 millones de toneladas de chatarra tecnológica llegan a los vertederos europeos. Este número aumenta año tras año. Según datos oficiales proporcionados por los Estados miembros, actualmente sólo un 22 por ciento de estos residuos se recoge y trata adecuadamente. Se estima que cada ciudadano europeo genera una media de cuatro kilos de estos desechos al año.
La comisión de Medio Ambiente recomienda que para 2016 se recoja el 85 por ciento de los desperdicios que crea cada país, y que se reciclen entre el 50 y el 75 por ciento de los RAEE. "Es un objetivo desafiante, pero realista e importante", explicó Florenz.
Envíos ilegales
Una gran cantidad de estos desperdicios abandona las fronteras europeas de un modo ilegal, por lo que Florenz pidió a las autoridades aduaneras de los países comunitarios que comprueben que los productos exportados están estropeados y que, por tanto, no pueden ser transportados.
Además, el popular alemán advirtió de que la UE pierde muchas materias primas como consecuencia de la gran cantidad de residuos que salen ilegalmente. "Por ejemplo, por cada millón de teléfonos móviles perdemos 250 kilos de plata, 24 kilos de oro, nueve kilos de paladio y nueve toneladas de cobre", añadió.
La intención de este medida es implicar a los ciudadanos en las labores de reciclaje, para ello se van a crear puntos de recogida de aparatos en tiendas minoristas igual que los que ya existen para móviles y máquinas de afeitar.
El Pais
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