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2010/12/10

Cuba: mayoría silenciosa ante cambios económicos

El silencio fue la respuesta del 90% de los participantes en una reunión para debatir sobre los cambios propuestos por el gobierno al modelo económico cubano. Sólo una decena de personas opinaron. El resto aprobó el texto sin decir palabra.
En la asamblea a la que fuimos invitados en el barrio de Nuevo Vedado sólo se produjo un conato de confrontación en el tema del deporte profesional pero inmediatamente fue acallado desde la mesa directiva por una de las enviadas a nivel central.
Por lo demás surgió alguna oposición desde la ortodoxia marxista, defendiendo el modelo estatista y cuestionando la apertura a los cuentapropistas, a la pequeña empresa privada y hasta a las cooperativas agropecuarias.
A pesar de que hubo objeciones, los 12 capítulos debatidos fueron aprobados por unanimidad, sin un voto en contra ni una abstención. Al finalizar, un miembro del gobierno central felicitó a la mesa directiva por el éxito alcanzado en la reunión.

Alertan sobre rebrote capitalista

La prensa extranjera ha sido autorizada a cubrir algunos de los debates pero sólo en los lugares a que nos indica el ministerio de Relaciones Exteriores. En la asamblea donde fue invitada la BBC pudimos trabajar sin ninguna restricción.
La tónica del evento estuvo marcada por el silencio de la gran mayoría de los participantes, durante los cinco primeros capítulos –gestión económica, macroeconomía, comercio exterior, ciencia y tecnología- nadie dijo absolutamente nada.
Entre los opinantes posteriores uno defendió el actual modelo económico y alertó sobre un rebrote de capitalismo, afirmando que para los marxistas no hay pequeña empresa porque, "cuando se tiene una cafetería se quiere un bar y después muchos bares".
Cuestionó las cooperativas agropecuarias reclamando que se mantengan las granjas estatales. Desde la mesa directiva se le tranquilizó diciendo que perdurará la "empresa estatal socialista" y se manejó todo el tiempo el concepto de "estatal" como sinónimo de "socialista".

Lo ya decidido

La primera confrontación surge respecto al deporte, donde varios de los participantes proponen que se permita a los atletas contratarse en el exterior y jugar con la selección cubana, igual que sucede en el resto del mundo.
Los opinantes explicaron largamente que el deporte cubano pierde cada día mas espacio y que eso se debe a los escasos recursos con que cuentan, a las deserciones por razones económicas y a la falta de fogueo en el área internacional.
Inmediatamente desde la mesa directiva, Maira Elena Tase, les respondió que el Instituto de Deportes (INDER) ya había resuelto no permitir el acceso al profesionalismo porque significaba convertir al deportista en una mercancía.
Uno de los presentes volvió al micrófono para responder con cierto sarcasmo que si hubiera sabido que ya estaba resuelto no hubiera opinado. Algo que sin lugar a dudas no debe haber servido para promover la participación del resto de los asambleístas.

Pobre participación

Hubo algún debate en el tema de la vivienda, donde se planteó que era necesario terminar con "las prohibiciones estúpidas del Estado" sobre la compra y la venta de la casa de cada cual y propusieron respetar las propiedades de los emigrados.
Otro asambleísta pidió que el gobierno venda automóviles y motos a los particulares, que se autorice la importación a quienes puedan traerlos desde fuera y que se levante la prohibición de traspaso legal de vehículos entre particulares.
Más de 100 personas presentes, 291 lineamientos en debate y sólo una docena de opinantes. Una participación ciudadana más que pobre si se tiene en cuenta que lo que se discute es el diseño futuro de la nación, algo que afectará a todos.
El presidente, Raúl Castro, ha insistido en que los ciudadanos opinen con sinceridad pero mucha gente cree que es inútil porque, igual que sucedió en esta asamblea con el tema del deporte, tienen la impresión de que nada de lo que digan cambiará los lineamientos.

BBC Mundo

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