Este lunes serán abiertas las cajas de seguridad de un banco en Zurich (Suiza) que, se cree, contienen manuscritos y dibujos del escritor checo Franz Kafka.
Este es el más reciente episodio de una larga batalla legal por la propiedad de los documentos del escritor.Por ello, sólo tendrá acceso al contenido un experto en Kafka quien responderá al juez israelí que ordenó la apertura de las cajas.
El contenido de las cajas es reclamado por dos hermanas israelíes quienes aseguran haber heredado los documentos de su madre, quien a su vez los recibió del editor de Kafka.
Sin embargo, el gobierno israelí argumenta que, como Kafka era judío, su trabajo forma parte del legado cultural de la nación.
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Los deseos (incumplidos) de Kafka
El escritor, quien murió en 1924, aparentemente dejó instrucciones de que esos papeles fueran destruidos.Pero su amigo y editor, Max Brod, publicó sus novelas y más tarde dejó los documentos a su secretaria, Esther Hoffe, quien a su vez los dejó en herencia a sus hijas.
Éstas intentaron vender los documentos pero el Estado israelí los reclamó como parte de su herencia cultural.
El experto en Kafka, James Hawes, le dijo a la BBC que es poco probable que se encuentren manuscritos valiosos en las cajas de seguridad.
"Sospecho que lo que va a estar allí es simplemente una colección de cartas personales y documentos, cartas entre Max Brod y Kafka, y así sucesivamente".
"Lo que pasa es que Max Brod fue el creador, en cierto sentido del mito de Kafka. Me parece muy poco probable que lo que esté ahí sea de un gran valor literario. Brod no lo hubiera dejado ahí todos estos años", dijo Hawes.
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