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Estaba considerado como el hombre más viejo de Japón, pero en realidad había fallecido hace más de tres décadas. La Policía japonesa acaba de descubir que Sogen Kato, nacido en julio de 1899, llevaba momificado en su cama desde 1980, vestido con un pijama y cubierto con la sábana, según publica el diario británico Daily Mail.
A pesar de que había fallecido a los 81 años, la familia de Kato continuaba fingiendo que éste seguía vivo. Su extraño comportamiento en las diversas ocasiones que trabajadores de los servicios sociales habían intentado ponerse en contacto con el anciano disparó todas las sospechas y el pasado miércoles los agentes de la policía irrumpieron en el domicilio descubriendo el cadáver del hombre.
La hija y nieta del difunto Kato están ahora siendo investigadas por supuesto fraude a la seguridad social, ya que durante 30 años han continuado percibiendo la pensión de viudedad de Kato, más de 70.000 euros.
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