Fuente: Cinco Dias.
Cuando uno estudiaba en la universidad la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales nos decían que lo mejor que podías hacer era crear productos que retuviesen al cliente con barreras de entrada para la competencia. Más valía un negocio cuanto mayores fueran sus barreras de entrada. Si le regalabas a un cliente la maquinilla de afeitar, te asegurabas que ese cliente te compraría los recambios de hojillas durante algún tiempo. Los modelos cerrados que retenían al cliente y bloqueaban a la competencia eran el secreto del éxito.
Sin embargo, la revolución tecnológica y de internet está haciendo que todos estos principios pierdan fuerza e incluso sean contrarios a lo que debería hacerse.
Internet se caracteriza sobre todo por el libre y muchas veces anónimo por defecto, acceso y gestión de la información. Ha supuesto una democratización en la producción y el consumo de la información. Libertad y democratización son los principios fundamentales de los modelos abiertos. El éxito de internet lleva parejo el éxito de estos principios de modelos abiertos sobre los que se sustenta. Es un cambio que viene derivado del éxito de la tecnología que lo provoca.
Y los modelos abiertos son radicalmente distintos a los tradicionalmente cerrados. Son mucho más dinámicos y competitivos. Más caóticos e impredecibles. Más innovadores y cambiantes. El éxito en los modelos abiertos es efímero y te tienes que ganar a tus clientes constantemente. No puedes dormirte en los laureles complacientes de la seguridad de tener enganchado al cliente; las barreras de entrada o no existen o tienen una naturaleza radicalmente distinta.
No poder comprar más que en la única librería que hay en tu barrio es un modelo cerrado; entrar en Amazon.com y poder elegir entre millones de libros es modelo abierto. Tener que esperar para poder leer una noticia en el periódico al día siguiente es modelo cerrado; poder entrar en internet y ver una foto en Twitter sobre algo que acaba de suceder es modelo abierto. No poder ver un vídeo que te mandan por e-mail porque es incompatible con el Windows Media Player es modelo cerrado; poder ver más de 100 formatos diferentes de vídeo en Youtube es modelo abierto. Censurar los contenidos que muestra un motor de búsqueda en internet por intereses económicos o políticos es modelo cerrado; no alterar bajo ningún concepto los resultados de búsqueda es modelo abierto. Que los Gobiernos guarden celosamente toda la información que tienen y procesan es modelo cerrado; que la Administración Obama esté haciendo públicas cantidades ingentes de información es modelo abierto. Que Apple vete aplicaciones en su iTunes Store porque compiten con su modelo de negocio es modelo cerrado; poder descargarte cualquier aplicación en el Android Market place es modelo abierto…
Podría seguir poniendo cientos de ejemplos ilustrativos de cómo nuestro mundo está cambiando como consecuencia de esta transición desde modelos cerrados hacia modelos abiertos. El que apueste por estos últimos sobrevivirá.
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