Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según Forbes, ha creado cientos de miles de empleos en México, pero es visto como el típico millonario que amasó su fortuna a costa de los pobres.
Slim, cuyas compañías Telmex y América Móvil dominan la industria telefónica de México y le han ayudado a construir un imperio de 53.500 millones de dólares (unos 36.000 millones de euros), fue nombrado el más rico del mundo por la revista de negocios la semana pasada.
Pero, en un país donde millones de personas habitan en viviendas de cartón o láminas, Slim, de 70 años, es el ejemplo de la enorme brecha que existe entre un pequeño grupo de empresarios millonarios y la mitad de la población que vive en la pobreza."Es dueño de Telmex, dueño de todo México. Es una ironía muy grande que no tengamos este crecimiento económico como país", dijo Verónica Delgado, una arquitecta de 27 años mientras hacía compras en una tienda de regalos propiedad de Slim.
Como muchos países en desarrollo, México tiene un sistema educativo deteriorado, un sistema insuficiente de salud, una corrupción rampante y falta de empleos. Uno de cada cinco mexicanos no gana lo suficiente para alimentarse bien, y la mitad de los adultos no terminaron la primaria.
Pero en México, la segunda economía latinoamericana, también vive una élite que conduce coches deportivos, vive en elegantes barrios privados y envía sus hijos a estudiar en Estados Unidos.
Los mexicanos a menudo bromean sobre que es imposible pasar un día sin pagarle por algo a Slim. Su imperio de negocios incluye algunos de los principales grandes almacenes del país así como hoteles, restaurantes, compañías de perforación petrolera, de construcción y el banco Inbursa.
Sus compañías han crecido en las últimas décadas hasta emplear a 270.000 personas, incluyendo 35.000 empleos creados el año pasado, mientras el país batallaba para salir de su peor recesión en décadas.
Desde que adquirió la telefónica estatal Telmex en un proceso de privatización en 1990, Slim ha sido acusado de tratar de mantener el monopolio, cobrar altos precios e impedir la expansión de otras compañías.
"Es un empresario que tiene mucha visión. Lo felicito, pero no me da satisfacción que sea el hombre más rico del mundo (...) Yo tengo que pagar mi cuenta, si no, me cortan el teléfono", dijo Heriberto González, un vendedor de los populares "tacos" en la Ciudad de México.
Según una encuesta publicada el lunes por el periódico Milenio, los mexicanos están divididos sobre si Slim merece su enorme fortuna.
Un 35 por ciento opinó que Slim ganó todo lo que tiene gracias a su trabajo, visión y esfuerzo, mientras que un 28 por ciento cree que fue por los favores del Gobierno.
NI AVIONES NI YATES
Slim puede ser el más rico, pero su estilo de vida es de bajo perfil.
Ha vivido en la misma casa durante casi de 40 años y conduce un viejo Mercedes Benz. No posee aviones ni yates privados, muy populares entre los ricos del país.
Al término de un evento reciente en la Ciudad de México, el millonario fue visto saliendo con un guardaespaldas, mientras otros asistentes adinerados esperaban para que sus chóferes vinieran a por ellos en los automóviles.
Pero el apogeo del imperio de telecomunicaciones de Slim se está viendo lentamente sometido por la competencia en la industria debido a los avances tecnológicos, en momentos en que Telmex controla el 80 por ciento de las líneas fijas y América Móvil tiene más de un 70 por ciento de la telefonía celular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario