¿Podría la tecnología wiki ayudar a encontrar a Osama Bin Laden? Este es el titular de un artículo publicado en The New York Times, en el que se da cuenta de una poderosa herramienta de mapeo por internet, llamada Ushahidi, basada en llamadas anónimas y en informes que podrían ayudar a los periodistas a cubrir determinadas noticias.
La respuesta a tan provocativa pregunta podría ser positiva en caso de que los paquistaníes o los afganos estuvieran «armados» con móviles a través de los que pudieran mandar mensajes de texto a las autoridades y que la información remitida por medio de llamadas anónimas pudiera ser procesada y recogida en un mapa (que mostrara una serie de informes de la zona y, de este modo, organizar la captura del líder terrorista).
Este software, creado por una abogada keniata y bloguera, Ory Okolloh, se utilizó en las elecciones de 2007 en Kenia para construir un mapa con toda la información generada por los usuarios sobre los disturbios y las tramas políticas en el país y tras el terremoto de Haití se empleó para plasmar en un mapa a los atrapados y desaparecidos.
Pero no sólo es una herramienta muy interesante para los periodistas a la hora de cubrir determinadas noticias o conflictos a los que no se tiene un fácil acceso, sino que podría ser de gran ayuda para los propios gobierno africanos para encontrar fugitivos o rescatar a las víctimas de catástrofes.
Aunque en el artículo del periódico neoyorquino se alude a que este recurso no puede sustituir a las coberturas periodísticas tradicionales, con testimonios de periodistas, lo cierto es que Ushahidi tiene mucho que ofrecer a los profesionales como complemento a las otras tareas más convencionales.
Su potencial se centra principalmente en las «breaking news» o noticias de última hora. Y es que la capacidad que otorga para explorar lo que la gente está experimentando en un lugar determinado puede ayudar a los periodistas a llegar a personas que están físicamente cerca de los acontecimientos de actualidad.
Este tipo de herramienta basada en el llamado crowd-sourcing (multitud de fuentes) también podría ser muy valiosa en la presentación de informes de las áreas donde está limitado el acceso a los medios. Sería el caso, por ejemplo, de la cobertura de las violentas protestas tras las elecciones presidenciales de Irán y que podrían haberse recogido con precisión en un mapa.
The Washington Post ya ha probado esta herramienta. Lo hizo durante una tormenta que azotó la costa este de Estados Unidos a principios de este año y que provocó enormes dificultades en las carreteras.
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