Un científico áspero, pero la única tabla de salvación del padre de dos niños a los que no resulta rentable curar. Así es el personaje de Harrison Ford en 'Medidas extraordinarias', que también produce y que se estrena el viernes.
¿Qué le atrajo del proyecto?
El papel era muy distinto a los que me suelen ofrecer, y no quería repetirme.
¿Temía encasillarse?
Tenía que hacer una película más pequeña, distinta, para lo que tenía que buscar financiación. No era fácil.
Hollywood ya sólo busca éxitos garantizados.
¿Será la película un éxito?
Para empezar es buena, lo que está muy bien porque me daría vergüenza lo contrario. Ahora hay que cruzar los dedos para que encuentre su mercado.
¿Cómo es el de EE UU?
La industria cree que el público sólo busca el espectáculo, y por eso se repiten fórmulas. Supongo que seguiré participando en cosas así; pero me interesa actuar en algo distinto.
¿Por qué lo es ésta? ¿Echa en falta creatividad? ¿A qué público se dirige 'Medidas extraordinarias'? Pero no son muy críticos con la industria farmacéutica. Después de protagonizar 'Blade Runner', 'La guerra de las galaxias', 'Indiana Jones' ... ¿Qué es lo que más le gusta del cine? Produjo 'K-19', de Kathryn Bigelow. ¿Cómo es ella?
Me permitió desarrollar nuevas capacidades como actor: actuar es como ser un artesano, tienes que ir puliendo tu trabajo, aprender. Si no, no aguantas cuarenta años en esta profesión.
Hollywood está lleno de actores y directores jóvenes, con talento y ganas de hacer cine, pero no lo tienen fácil.
A aquel que quiera contemplar una buena historia humana y le interese el problema que la película plantea. Hay gente que sufre enfermedades extrañas, en las que apenas se investiga porque no resulta rentable.
No lo pretendíamos. No me interesan demasiado las películas con mensaje: si impones un determinado punto de vista, le quitas interés a la historia. Los negocios son los negocios, no tenemos por qué juzgar, pero sí hablar de la gente que lucha por encontrar una solución.
Que sea capaz de reunir a tanta gente que no se conoce en una sala enorme y a oscuras. Y que ahí se entreguen y sientan lo mismo. Cuando se logra, es algo casi religioso. Nos hace sentir que, pese a lo diferentes que somos, pertenecemos a una misma tribu.
Una cineasta con muchísimo talento. Es tremendo ver todo lo que aporta en el rodaje, su trato con los actores, el estilo visual que consigue. Es muy buena directora.
Galán veterano y con toque juvenil
Los tiempos de Deckard ('Blade Runner' 1982), Han Solo (entre 1977 y 1983) e Indy (entre 1981 y 2008) están muy lejanos, aunque Ford recuperase el látigo y el sombrero hace dos años, dicen, por problemas financieros. A sus 67 años conserva una presencia imponente, pero su aspecto, acorde a su edad, se ve salpicado por un plateado pendiente en forma de aro en la oreja derecha. Eso, sus enormes manos (con las que sobrevivió como carpintero antes de triunfar en Hollywood) y su pausadísimo hablar son tres de las cosas más llamativas de una de las más grandes leyendas del cine de las últimas décadas.
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