¿Qué pensarías si te dijéramos que la persona con el mayor coeficiente intelectual del mundo trabajó durante gran parte de su vida como "bouncer" (gorila) en un bar de Long Island (USA)?
Te hablamos de Christopher Langan, un californiano de 58 años que saltó a la fama en 1.999 cuando diversas pruebas confirmaron que su C.I. oscila entre 195 y 210. Para que te hagas una idea, el coeficiente de algunos grandes genios y celebridades de la historia es sensiblemente inferior: Voltaire (190), Garry Kasparov (190), Isaac Newton (190), Descartes (185), Miguel Ángel (180), Platón (170), Beethoven (165), Darwin (160), Mozart (165), Bill Gates (160), Albert Einstein (160), Stephen Hawking (160), Cervantes (155), Sharon Stone (154), Hitler (141), Shakira (140)... y así seguiríamos bajando hasta el resto de los mortales que poseemos 100 de media.
La vida de Langan no estuvo precisamente a la altura de su intelecto. Nació en el seno de una familia pobre y desestructurada. Comenzó a hablar a los seis meses; antes de los cuatros años ya leía y en la escuela consiguió saltarse unos cuantos cursos. Cuentan que fue maltratado por su padrastro hasta que tuvo catorce años. Para entonces Langan había descubierto una de sus verdaderas pasiones: el ejercicio con pesas, que le permitió desarroolar unos músculos lo suficientemente considerables como para terminar, de una vez por todas, con los abusos de su padre postizo e invitarlo a irse de casa para siempre.
Aunque comenzó con buen pie sus estudios en la universidad, nunca consiguió acabarla; primero por falta de dinero y después por falta de motivación con determinados profesores que no supieron canalizar su potencialidad. Fue entonces cuando decidió ponerse a trabajar y desde entonces pasó por oficios tan variopintos como el de albañil, vaquero, bombero del servicio forestal, jornalero, y durante más de 20 años como gorila en un bar de Long Island. Pero el cerebro de nuestro amigo Langan iba más rápido que el ritmo que marcaba su horario laboral y por eso, al llegar a casa por las noches, su cabeza continuaba trabajando y realizando ecuaciones sobre su particular modelo cognitivo-teórico del Universo cuyas teorías pueden consultarse en la Red.
Un descubridor de talentos de la revista Esquire lo lanzó a la fama en 1.999 siendo protagonista de multitud de reportajes y entrevistas. En 2004, por fin Langan dio el paso de convertirse en empresario y se trasladó con su esposa a Missouri donde dirige un centro neuropsicológico y un rancho de caballos. También participó en el concurso "1 contra 100" de la cadena de televisión NBC, en el que ganó 250.000 dólares. La de Langan es el ejemplo más claro de cómo la sociedad americana no supo catalizar la inteligencia de un hombre al que le sobraban neuronas pero le faltaba adaptación y educación social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario