Un equipo de científicos británicos ha inventado un tipo de chicle que no sólo no se pega al suelo, a los zapatos o a cualquier superficie, sino que es además biodegradable.
El chicle contiene un polímero similar a la goma, pero que carece de la pegajosidad que hace del chicle tradicional un fastidio para muchos ciudadanos cuando lo pisan o se lo encuentran en el asiento del autobús, así como para los ayuntamientos.
Millones de trozos aplastados de la goma de mascar tachonan las aceras de muchas ciudades y son muy difíciles de eliminar por los servicios municipales de limpieza.
Según el profesor Terence Cosgrove, el chicle desarrollado por su equipo puede, por el contrario, eliminarse fácilmente de forma natural y se degrada además con el agua.
El chicle tradicional contiene un polímero similar al que se utiliza en los neumáticos de los coches y su pegajosidad se debe a sus propiedades "hidrofóbicas" -es decir, repelentes del agua-, lo que impide que se degrade.
El chicle desarrollado por Cosgrove y sus colaboradores, presentado en el Festival de las Ciencias que se celebra en la ciudad inglesa de York, tiene, por el contrario, una capa hidrófila, es decir que se mezcla bien con el agua, por lo que no se pega y es además fácilmente eliminable.
Los científicos británicos han efectuado varias pruebas para comprobar que no produce tampoco irritación bucal y, si consiguen la necesaria aprobación de las autoridades antes de fin de año, pretenden comercializar el producto a comienzos del 2008.
En el mismo festival, otro grupo de científicos, esta vez de la universidad de Sheffield, presentaron unos esquís que, según aseguran, son un ocho por ciento más rápidos que los tradicionales.
Los esquís van desprendiendo un lubricante que contribuye a aumentar la velocidad del esquiador cuando desciende por una pendiente, explicaron sus inventores, que aseguran que podrían utilizarse en competiciones internacionales de ese deporte porque son "legales".
Millones de trozos aplastados de la goma de mascar tachonan las aceras de muchas ciudades y son muy difíciles de eliminar por los servicios municipales de limpieza.
Según el profesor Terence Cosgrove, el chicle desarrollado por su equipo puede, por el contrario, eliminarse fácilmente de forma natural y se degrada además con el agua.
El chicle tradicional contiene un polímero similar al que se utiliza en los neumáticos de los coches y su pegajosidad se debe a sus propiedades "hidrofóbicas" -es decir, repelentes del agua-, lo que impide que se degrade.
El chicle desarrollado por Cosgrove y sus colaboradores, presentado en el Festival de las Ciencias que se celebra en la ciudad inglesa de York, tiene, por el contrario, una capa hidrófila, es decir que se mezcla bien con el agua, por lo que no se pega y es además fácilmente eliminable.
Los científicos británicos han efectuado varias pruebas para comprobar que no produce tampoco irritación bucal y, si consiguen la necesaria aprobación de las autoridades antes de fin de año, pretenden comercializar el producto a comienzos del 2008.
En el mismo festival, otro grupo de científicos, esta vez de la universidad de Sheffield, presentaron unos esquís que, según aseguran, son un ocho por ciento más rápidos que los tradicionales.
Los esquís van desprendiendo un lubricante que contribuye a aumentar la velocidad del esquiador cuando desciende por una pendiente, explicaron sus inventores, que aseguran que podrían utilizarse en competiciones internacionales de ese deporte porque son "legales".
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