Antes del
caso de Volkswagen, el escándalo de la contabilidad de Toshiba sacudió a
la prensa y los mercados. Nuevas consecuencias del mismo podrían ser el
despido de gran cantidad de sus empleados.
La situación de Toshiba no mejora, algo por otro lado natural ya que el escándalo del ‘fallo’ de contabilidad de 1.300 millones de dólares, no sólo tiene repercusiones a nivel de responsabilidades, también por supuesto a nivel de viabilidad de la empresa.
Toshiba se encuentra en una posición delicada que ha llevado a una purga de varios de sus altos ejecutivos, responsables últimos del escándalo al falsificar la contabilidad de la empresa, pero que, lamentablemente también afectará a muchos de sus empleados, que no tiene culpa de la mala gestión de parte de los altos cargos.
Al destaparse la polémica se ha ‘descubierto’ que varias de sus divisiones no son viables sin una reestructuración, que según su nuevo CEO, Masashi Muromachi, es urgente para que Toshiba vuelva por el buen camino.
Toshiba se encuentra actualmente bastante debilitada, de hecho, para la reestructuración posiblemente tenga que acudir a financiación a través de créditos bancarios, y como parte de la misma, la empresa no sólo ha renovado a sus gestores con la aprobación de los accionistas, sino que plantean que haya importantes despidos, sobre todo en sectores como el de los televisores y los PCs.
Además de esto, su negocio de centrales nucleares también se encuentra en peligro. Los problemas en Fukushima han debilitado la confianza en esta energía y su negocio en EEUU, con un 87% de Westinghouse Electric tras el pago de 5.400 millones de dólares, no tiene a día de hoy el mismo valor.
Por ahora Toshiba no ha anunciado sus planes concretos, pero probablemente en breve conozcamos las cifras de despidos y que divisiones se llevarán la peor parte de esta polémica.
Toshiba se encuentra en una posición delicada que ha llevado a una purga de varios de sus altos ejecutivos, responsables últimos del escándalo al falsificar la contabilidad de la empresa, pero que, lamentablemente también afectará a muchos de sus empleados, que no tiene culpa de la mala gestión de parte de los altos cargos.
Al destaparse la polémica se ha ‘descubierto’ que varias de sus divisiones no son viables sin una reestructuración, que según su nuevo CEO, Masashi Muromachi, es urgente para que Toshiba vuelva por el buen camino.
Toshiba se encuentra actualmente bastante debilitada, de hecho, para la reestructuración posiblemente tenga que acudir a financiación a través de créditos bancarios, y como parte de la misma, la empresa no sólo ha renovado a sus gestores con la aprobación de los accionistas, sino que plantean que haya importantes despidos, sobre todo en sectores como el de los televisores y los PCs.
Además de esto, su negocio de centrales nucleares también se encuentra en peligro. Los problemas en Fukushima han debilitado la confianza en esta energía y su negocio en EEUU, con un 87% de Westinghouse Electric tras el pago de 5.400 millones de dólares, no tiene a día de hoy el mismo valor.
Por ahora Toshiba no ha anunciado sus planes concretos, pero probablemente en breve conozcamos las cifras de despidos y que divisiones se llevarán la peor parte de esta polémica.
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