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2015/02/09

Parrot vendió más de 1 millón de drones durante 2014

2014 fue el año de los drones. Los grandes gigantes tecnológicos como Amazon, Facebook o Google abrazaron sus propios proyectos referentes a estos vehículos aéreos no tripulados, para reparto o para ofrecer Internet a zonas remotas.

Además, durante el ejercicio los drones por fin se democratizaron y conquistaron el mercado de consumo. Los vídeos grabados con estos gadgets han llenado YouTube y han proliferado las empresas audiovisuales y de infraestructuras que los usan como un extra a sus servicios. Así, no es extraño que los organismos públicos hayan tenido que mover ficha rápidamente para regular su uso.

Una de las primeras compañías en apostar por los drones orientados al sector B2C fue la francesa Parrot. En el verano de 2010 la compañía lanzó su cuadricóptero AR Drone, un gagdet que inició una exitosa línea sucesoria continuada en 2012 por el AR Drone 2.0 y en 2014 por los Minidrones Sumo y Rolling Spider.

De hecho, los drones se han convertido en la tercera pata de negocio de Parrot, junto a la gama de automóvil y de objetos conectados. El año pasado la compañía comercializó más de 1 millón de unidades. “Nuestra facturación anual total rondó los 244 millones de euros y aunque la gama de automóvil continúa siendo nuestra principal fuente de ingresos, los drones cada vez tienen más peso en la cifra de negocio”, ha comentado para ITespresso Bertrand Isnard, máximo responsable de Parrot en España.

“EE.UU y Francia son nuestros mercados principales en la venta de drones, aunque todos los países han mostrado un gran crecimiento en 2014”, reconoce Isnard. “La categoría está experimentando una tendencia alcista muy favorable, con productos que llevan tiempo en el portafolio teniendo un buen comportamiento de ventas”, añade.

El nuevo miembro

Ahora, la empresa gala ha completado la familia con la versión definitiva del Bebop Drone, un cuadricóptero de tercera generación que cuenta con una cámara de 14 megapíxeles estabilizada en un marco de 3 ejes, capaz de grabar vídeos en Full HD y tomar fotos verticalmente y con una lente ojo de pez de 180 grados. El gadget transmite en directo una vista envolvente del vuelo en la pantalla del smartphone o la tableta con la que pilote. Los archivos de foto y vídeo se pueden almacenar en su memoria flash de 8GB incorporada.

El Bebop Drone dispone de cuatro amortiguadores de golpes que amortiguan las vibraciones del motor. Para su mayor estabilización tiene algoritmos que dan la opción de que el ángulo de visión permanezca fijo, sin distorsionar, con independencia de la inclinación del drone y los movimientos causados por las turbulencias. Las imágenes son tratadas de manera digital gracias al procesador de doble núcleo Parrot P7, su unidad de procesamiento gráfico (GPU) y un procesador de señal de imagen.

El dispositivo solo pesa 390 gramos y 410 gramos con su carcasa. Viene con dos antenas WiFi bibanda en frecuencias de 2,4 Ghz y 5 Ghz.

Desde Parrot explican que el Bebop no es sumergible, pero puede resistir bien el agua si hay pequeños chubascos. Para cargarlo, solo es necesario entre una hora y una hora y media.

Apps y periféricos para mantenerse en las alturas

Parrot cuenta con dos aplicaciones para sacarle todo el partido a su nuevo dron. Free Flight 3.0 para Android e iOS (y pronto en Windows Phone) permite pilotar este vehículo aéreo y aprender a hacer acrobacias. Además, hay un botón denominado Return Home, que al pulsar Bebop Drone vuelve automáticamente a su posición de despegue, guiado por el GPS.

Pilot Academy es otra app que permite visualizar datos de vuelo, como la altitud, duración o distancia y compartirlos con la comunidad de pilotos de Parrot.

Junto al Parrot Bebop, la compañía gala también lanza Bebop Drone Skycontroller, un mando a distancia con WiFi y cuatro antenas capaz de llegar hasta 2 kilómetros que sirve de soporte para un smartphone o tablet. Es compatible con gafas FPV (First Person View) conectándose a ellas mediante HDMI.

Precios

El Parrot Bebop Drone puede encontrarse en colores azul, rojo o amarillo por 499 euros. También hay un pack en el que puede adquirirse con el Skycontroller por 899 euros. Ambos están a la venta en retailers como El Corte Inglés, Carrefour o Fnac, así como en Amazon y tiendas del motor.

Dentro de la legalidad

Isnard subraya que los drones de consumo deben respetar algunas normativas. Por supuesto, no pueden volar a más de 100 metros porque podrían interferir con el tráfico aéreo y tampoco volarse en un aeropuerto. “El usuario es el responsable final de su utilización”, asegura el directivo de Parrot.

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