La nueva normativa aprobada por China para regular la actividad de las empresas tecnológicas en el país asiático ha derivado en un nuevo foco de controversia entre Pekín y Washington. Según informa CNET, el congresista estadounidense Robert Holleyman afirmó que la nueva regulacion va en contra de la intención declarada de Pekín de favorecer un mercado abierto.
Las nuevas reglas requieren que las empresas de tecnología extranjeras entreguen el código fuente de sus productos a las autoridades, se sometan a auditorías y construyan puertas traseras en sus productos de hardware y software.
Las reacciones están divididas. Mientras que la Cámara de Comercio de EEUU y varios grupos empresariales extranjeros se han opuesto a las normas, algunas compañías como Apple ya han cedido a las demandas de Pekín con el fin de preservar su negocio en el mercado chino.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying, declaró que la normativa no supondrá ningún problema, siempre y cuando las empresas extranjeras respeten las leyes locales y “no perjudiquen ni los intereses nacionales del país ni de los consumidores”. No obstante, es posible las nuevas reglas sean impugnadas ante la Organización Mundial del Comercio.
De hecho, el gobierno de Obama ha criticado las nuevas regulaciones chinas por su carácter de “gran obstáculo” para el comercio. El propio Robert Holleyman aseguró: “Nuestra opinión es que es una de las principales barreras para el comercio. No ha cumplido el compromiso al más alto nivel del gobierno de Estados Unidos con sus homólogos chinos para que esos [reglamentos] sean suspendidos de momento”.
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