La todopoderosa industria cinematográfica estadounidense es en realidad el principal estímulo de la piratería. Esta afirmación a priori descabellada no es más que el reflejo de la realidad.
Un nuevo estudio concluye que tras el anuncio de los nominados a la estatuilla más deseada de la industria del celuloide, las descargas ilegales de estas películas se dispararon.
En concreto, crecieron un 385% en el mes posterior al anuncio de los candidatos.
Traducido, este aumento de las descargas ilegales ha supuesto unas pérdidas de 41 millones de dólares a la industria del cine, de acuerdo con la investigación que ha llevado a cabo Irdeto.
Por películas, American Sniper, ha generado 1,4 millones de descargas ilegales a nivel global. En el segundo lugar, Gone Girl (traducida al español como Perdida), con 1,25 millones de descargas. Bidman, dirigida por Alejandro González Iñárritu ha obtenido 796.697 descargas ilícitas en el último mes.
Los responsables del estudio concluyen que los datos demuestran el gran interés del público en las películas de la Academia estadounidense. Hay una demanda significativa de que las películas nuevas estén disponibles antes, en más plataformas y en más países, destacan.
Los usuarios quieren acceso inmediato a las novedades.
“En el mundo de la redistribución por internet, la distancia entre el estreno en salas y la disponibilidad global de las piezas es demasiado larga”, declara Rory O’Connor, de Irdeto.
Fuentes internas de la industria sin embargo indican que aún hay trabas para ofrecer un estreno online. El problema es que “si entro en este nuevo mercado voy a perder dinero en el viejo mercado [en referencia a la proyección en salas de cine], que representa aún gran parte de los ingresos”, indica una de las fuentes a Bloomberg.
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