Tras el apego inicial de las redes P2P, muchos usuarios las abandonaron para descargar canciones, series o películas mediante webs de descargas directas como Rapidshare o Megaupload, pero su rapidez y facilidad de uso también las hacía más vulnerables a las demandas. De ahí que las entidades de gestión de autor decidieran actuar contra ella en los tribunales. Aunque Rapidshare fue acumulando denuncias a lo largo de los años, la que más sufrió fue Megaupload, cerrada por el FBI en 2012 acusado de violar los derechos de autor.
El cierre de Megaupload fue un punto de inflexión en los sitios de descarga directa de contenido protegido. Hotfile acumuló problemas legales y terminó cerrando para no tener que pagar las multas. Otros como FileServe o FileSonic no tardaron en desaparecer. Y Rapidshare intentó cambiar su enfoque convirtiéndose en un servicio de almacenamiento en la nube más y dificultando su uso para intercambiar archivos protegidos por derechos de autor.
Ahora, en un brevísimo comunicado publicado en su página web, Rapidshare ha anunciado que dejará de prestar servicio a partir del 31 de marzo, momento en el cual borrará todos los ficheros que tenga almacenados. Los usuarios de pago podrán renovar su servicio mensual hasta el 28 de febrero. La compañía no ha dado ninguna razón para el cierre, pero parece claro que su reconversión no ha tenido éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario