Está a punto de cambiar el modelo según el cual YouTube casi rogaba a las cadenas televisivas que accediesen a su plataforma de distribución online buscando popularizar la oferta de contenidos televisivos. Ahora el paso siguiente, una vez consolidada la “necesidad” de mantener una presencia en este canal online se trataría de hacer caja, una transición que se iniciaría en enero de 2014.
Cadenas y estudios estadounidenses como CBS o Warner Bros. tendrán que pagar a YouTube el 45 % de los ingresos que obtienen por los vídeos que cuelgan en dicha web, como sucede con otros canales más “modestos”, como Machinima, ingresos que habitualmente proceden de la publicidad insertada en dichos canales.
Hasta ahora estos “clientes premium” se quedaban con el 70 % de los ingresos procedentes de dichos anuncios pero el modelo de negocio ya se ha consolidado tanto que no es YouTube la interesada en que cadenas televisivas o estudios de cine tengan presencia en su web sino a la inversa, es quien crea el contenido el más interesado en que a través de YouTube la ingente masa de internautas que acceden a dicha web puedan tener acceso al trailer de su última película o un extracto del programa que emiten.
En este cambio de paradigma YouTube establece unos mínimos que permiten al propietario de los contenidos quedarse con el 100 % de los ingreso que se produzcan por debajo de ese umbral, lo que permitirá así mismo que los propietarios de canales YouTube dispongan de un margen de maniobra más amplio para negociar los precios de los anuncios que incluyen en los mismos.
A pesar de todo salen beneficiadas las grandes empresas de medios que con su larga experiencia en el campo de la comercialización de espacios publicitarios y con la flexibilidad de que dispondrán ahora podrán negociar acuerdos más ventajosos con sus propios anunciantes puesto que ese cambio de porcentajes que inicialmente beneficiaría más a YouTube también se ha acompañado de una sustanciosa rebaja en las tarifas más altas, las que se aplican a estas grandes empresas.
Este cambio ha ocasionado quejas en algunos agentes del sector mientras que otros lo han visto como una oportunidad para explorar otras formas de distribución de contenidos online apartándose de YouTube. Algunos analistas concluyen que la razón para esta decisión de YouTube se explicaría en que los contenidos de estos grandes canales televisivos y estudios en el fondo no funciona tan bien para los internautas como otro tipo de contenidos no tan “dirigidos” por campañas mediáticas de promoción que son los que casualmente sí suelen obtener mejores resultados de audiencia referida a visitas en YouTube.
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