Son los últimos en llegar al sector, pero su maquinaria de promoción y creatividad está bien engrasada. El transmedia, la mezcla de géneros y formatos en varios aparatos, es el nuevo hábitat de los estudios de Hollywood. Si antes era normal ver a Steven Spileberg paseando por los pasillo de E3, ahora ha dado un paso más y producirá la serie de televisión de Halo, la insignia de Xbox.
Warner y Disney son las grandes productoras que más fuerte están apostando por los videojuegos. Cada una juega sus cartas. Warner, con la acción extrema de sus viejos conocidos y alguna dosis de violencia gratuita. Disney con una propuesta llena de fantasía inspirada en los exitosos Skylanders de Activision.
Tras décadas de espera, Mad Max llegará en forma de aventura de mundo abierto en 2014. Durante la muestra a puerta cerrada del título se pudieron apreciar los detalles de los escenario y las muchas posibilidades que ofrece para modificar el Opus Magnum, como se llama el vehículo. Una mezcla de mundo abierto, disparos y acción con grandes dosis de violencia. Deja la sensación de que dará más satisfacción la versión masiva online que la propia campaña. Ahí el guion será lo que marque la diferencia, pero con pocos minutos de muestra es difícil de apreciar.
Dying Light, una creación propia, estará tanto en PS4 como en Xbox One. Se puede resumir como zombies en ambiente de favela. Mucha violencia y algo de misterio con excelentes efectos de luz. El colofón de Warner es Batman con un Origins Arkham. Michael McIntyre, director del juego, considera que la inclusión de nuevos gadgets y los escenarios de Gotham son una apuesta segura. “A esto hay que añadir la parte de deducción, búsqueda de pistas y evitar que alguien se cobre los 50 millones de dólares que han puesto a la cabeza de Batman”, insiste. Las sensaciones son buenas, aunque ya conocidas en las entregas anteriores. Quizá se pueda destacar el vértigo que genera en los vuelos en picado.
Los personajes de Disney hace tiempo que se pueden mover con los mandos, pero nunca habían hecho una apuesta tan grande y rica como en Infinity. Lo triste es que la unión entre el mundo físico y el digital no es nuevo, sino una interpretación de los Skylanders. Las pequeñas figuras se conectan a la consola en una plataforma, después interactúan entre sí en la pantalla. Además de la propuesta de fábrica los jugadores pueden crear sus propios escenarios, aventuras y circuitos de carreras, como si fuera un gran cubo de piezas de construcción o plastilina digital. Después, podrán invitar a los contactos a visitar o competir en su mundo.
Esta mezcla de figuras físicas y videojuegos contarán con los personajes clásicos, los de Pixar, Piratas del Caribe y, también los de su última adquisición, Star Wars. Las más buscadas durante E3 pertenecen al lanzamiento veraniego de Disney, El llanero solitario. Si funciona, será un filón. Estarán tanto en tiendas de juguetes como de videojuegos y se aseguran una futura generación de jugadores de consola.
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