Las críticas de los jugones han hecho mella en Microsoft. La compañía estadounidense ha decidido dar marcha atrás en su política relativa al uso de juegos en su nueva consola Xbox One, ante la avalancha de quejas de los potenciales usuarios, que ya ha sido aprovechada por Sony en la presentación de la PS4.
En contra de lo anunciado en la presentación de la Xbox One, Microsoft ha decidido que no sea obligatoria la conexión a Internet, no restringirá el mercado de juegos de segunda mano y no exigirá conectarse cada 24 horas. Además, eliminará las restricciones regionales, informa CNET.
El presidente de Entretenimiento Interactivo de Microsoft, Don Mattrick, reconoció que las críticas de los futuros usuarios habían forzado este cambio en su estrategia: “Desde la presentación de Xbox One, mi equipo y yo hemos escuchado directamente a muchos de ustedes, hemos leído sus comentarios y escuchado su respuesta”, escribió Mattrick en su blog.
Los cambios en el sistema de juegos de la consola de Microsoft lo asemejan más al de la PS4 de Sony, mejor valorado por los jugadores. Inicialmente, Microsoft defendió su política de juegos, pero ha visto ante las críticas que sería difícil competir contra la consola de Sony si los jugones prefieren el sistema de esta última, cuyo precio es además 100 euros más bajo. Aunque, evidentemente, Microsoft ha presentado su cambio de estrategia como una respuesta a sus clientes y no como una reacción a la presentación de Sony.
“Apreciamos su pasión, apoyo y disposición. Si bien creemos que la mayoría de la gente va a jugar en línea y acceder a la nube, tanto para los juegos como para el entretenimiento, vamos a dar a los consumidores la opción de elegir contenidos físicos o digitales. Hemos escuchado sus comentarios que desean lo mejor de ambos mundos”, dijo Mattrick.
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