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2012/08/07
Próximo reto del Curiosity en Marte: la actualización del software
Los diarios de todo el mundo recogían ayer la feliz noticia: Curiosity, la misión en la que más de 700 científicos e ingenieros habían estado trabajando durante años había culminado con un gran éxito. Una foto desde el planeta rojo –con la que abren hoy muchos diarios a nivel mundial- fue la constatación de la hazaña.
El proyecto, con un coste de 2.500 millones de dólares, es extremadamente complejo. Para empezar, la de más peso: la distancia que separa el robot de su control de mando (más de 500 millones de kilómetros).
El aterrizaje era una de las partes más críticas de la misión. Un pequeño fallo hubiera supuesto un fracaso inmediato. Pero ya con Rover (el cerebro de la misión) en la superficie del planeta rojo, llega un nuevo reto: la actualización del sistema operativo.
La NASA lo considera un factor de riesgo; sólo una vez que la actualización esté terminada y correctamente instalada, Rover empezará trabajar en los complejos experimentos que intentarán desvelar los misterios del planeta. Esta actualización se compaginará con la puesta en marcha de otras partes del proyecto.
En un plazo de una semana, el robot deberá mover y dar vida a instrumentos que posee y desplegar su antena principal; esto se traducirá en la posibilidad de enviar material (vídeos, imágenes) de mayor calidad a la tierra.
Para soportar estos procesos, según explica The Register, podrá conseguir una conexión de hasta 40 megabits por segundo. Es un gran paso desde los 5 megabits iniciales.
Las características de un ambicioso proyecto
El ordenador Rover cuenta con una CPU de 750Mhz, dos gigabytes de memoria FLASH, 256 megabytes de memoria RAM, 256 kilobytes de memoria de sólo lectura programable y borrable.
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