A principios de año Kodak, pionera de la fotografía convencional y también de la digital, se declaró en convocatoria de acreedores
, y desde entonces ha puesto a la venta sus patentes de invención (pide
2000 millones de dólares pero hasta ahora sólo obtuvo ofertas por 250
millones) y espera poder vender su división de cámaras. La firma
confirmó además que se deshará de sus unidades de impresión y
digitalización, así como el de papel y film, en un esfuerzo por tener un
negocio financieramente positivo en la primera mitad de 2013.
La firma considera que "la venta de esos negocios, así
como las continuadas iniciativas para reducir costos" y sus esfuerzos
por vender patentes constituirán "puntos claves para lograr la
reorganización de la compañía y emerger del Capítulo 11 durante 2013",
según un comunicado publicado en su página Web.Se trata de "un paso importante en la reorganización de nuestra empresa para centrar nuestro negocio en los mercados comerciales y permitir que Kodak acelere la salida (de la bancarrota)", dijo el presidente y consejero delegado de la compañía, el español Antonio Pérez, en el mismo comunicado.
Los negocios que la firma quiere vender son los de impresión personalizada de imágenes, en los que se encuentran la mayor parte de sus ofertas "tradicionales" para consumidores, como los productos de papel y carretes para cámaras, así como el dedicado a la digitalización de documentos.
En ese segmento se incluyen también los populares quioscos de impresión -unos 105.000- que la firma tiene repartidos en muchos puntos minoristas y que también están presentes en parques de atracciones y otros puntos de recreo en todo el mundo.
Lexmark, con mira láser
Mientras, Lexmark (que originalmente era una división de IBM) anunció hoy un plan de reestructuración que contempla su salida del negocio de la fabricación de impresoras de inyección de tinta y que implicará la eliminación aproximadamente de 1700 puestos de trabajo en todo el mundo.Esa reestructuración se traducirá en la eliminación de 1100 empleos en las plantas de manufactura de Lexmark, que planea cerrar una fábrica en Filipinas a finales de 2015 y que pondrá en venta su negocio de tecnología por inyección de tinta.
Los 1700 empleos que se eliminarán suponen una reducción de alrededor del 13 % de su plantilla mundial y responde a los esfuerzos de la firma por luchar contra la reducción de ingresos que ha acusado en los últimos tiempos en sus negocios de impresión por inyección de tinta.
"El anuncio de hoy representa una decisión difícil, pero que es necesaria tomar para impulsar una mejora en los beneficios y ahorros importantes", dijo en un comunicado el presidente y consejero delegado de Lexmark, Paul Rooke.
Para Rooke, las inversiones que debe realizar la firma deben centrarse "en soluciones software y de imagen" con el objetivo de "impulsar el crecimiento" en el resto de negocios que la compañía opera más allá de la impresión por inyección de tinta.
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