El centro brasileño de investigaciones médicas Fundación Oswaldo Cruz
(Fiocruz) desarrolló una vacuna contra la esquistosomiasis que se mostró
eficaz y segura en las pruebas realizadas con humanos tras haber sido
testada exitosamente en animales.
Se trata de la primera
vacuna en el mundo no sólo contra la enfermedad que afecta a unas 200
millones de personas sino contra un parásito, ya que las demás vacunas
inmunizan contra virus y bacterias, informaron hoy científicos de la
Fiocruz en una rueda de prensa.
La esquistosomiasis es una
enfermedad parasitaria transmitida por gusanos platelmintos del género
Schistosoma y tiene alta incidencia principalmente en países pobres de
Africa y Latinoamérica.
Las pruebas en humanos fueron
realizadas en 20 voluntarios que demostraron que el producto es, además
de totalmente seguro, eficaz para inducir al paciente a producir los
anticuerpos contra el parásito.
La innovación "ubica a
Brasil en la frontera de la ciencia ya que convierte al país en el
primero en desarrollar una vacuna contra helmintos, contra la
fasciolosis (enfermedad que afecta al ganado) y contra otras
enfermedades causadas por helmintos", según un comunicado de la Fiocruz.
La medicina utiliza como principio activo la proteína Sm14, que es considerada vital para los gusanos.
Esta antígeno fue descubierto y patentado en 1990 por la médica
Miriam Tendler, investigadora de la Fiocruz, el mayor centro
latinoamericano de estudios en salud y que trabaja hace 25 años en el
desarrollo de una vacuna contra las enfermedades transmitidas por
gusanos.
La Sm14, obtenida a partir del propio Schistosoma
mansoni, el parásito que causa la esquistosomiasis, actúa como un
antígeno, es decir que estimula al sistema inmunológico del hospedero a
producir anticuerpos contra el gusano.
La esguistosomiasis
es la segunda enfermedad parasitaria que más afecta a la humanidad
después de la malaria, según la Organización Mundial de la Salud.
Tras la confirmación de la seguridad de la vacuna, los
investigadores de la Fiocruz se proponen realizar pruebas a escala mayor
tanto en Brasil como en algunos países africanos y calculan que, si los
nuevos testes son exitosos, la medicina podrá ser producida
comercialmente en unos cinco años.
La nueva fase de pruebas
debe comenzar el próximo año con unos 200 niños de menos de 6 años en
Brasil y Africa y se prolongará por seis meses.
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