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2012/04/18

Kim: nueva cara y nueva agenda para el Banco Mundial


No es ninguna sorpresa que el médico y académico estadounidense de origen surcoreano, Jim Yong Kim, haya sido seleccionado como nuevo presidente del Banco Mundial (BM). Kim fue postulado por Estados Unidos que, tradicionalmente, tiene la prerrogativa de señalar quién toma las riendas de la institución.
A pesar de la fuerte candidatura de la exministra de Finanzas de Nigeria Ngozi Okonjo-Iwala, que proponía seguir la misma ruta de préstamos para el alivio económico a los países pobres, el Banco Mundial parece estar decidido a cambiar su agenda, enfocándose más hacia la provisión de servicios para el desarrollo social y humano.Esta nueva dirección podría estar más acorde con el auge económico que han experimentado muchos países en América Latina y que ya se consideran "graduados" de los programas financieros del banco.

Una cara diferente

Jim Yong Kim fue seleccionado en un proceso que continúa siendo criticado tanto dentro como fuera de la institución.
Estados Unidos es el principal socio del Banco Mundial, quien más aporta, y cuenta con el apoyo de los países europeos con los cuales se mantiene la convención que la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) es de Europa mientras que el jefe del BM es estadounidense.

El viernes, un tercer candidato, el exministro de Economía de Colombia José Antonio Ocampo se retiró de la contienda indicando que no contaba ni siquiera con el apoyo de su país y tildando la selección como un "ejercicio político" y ofreció su respaldo a la exministra nigeriana.
Aunque la selección de Okonjo-Iwala hubiese sido histórica, el nuevo presidente Kim no representa el perfil tradicional de los anteriores jefes del banco.
Nacido en Seúl, Corea del Sur, el doctor Jim Yong Kim emigró con su familia a Estados Unidos a la edad de cinco años. Estudió en la Universidad de Harvard donde recibió un título en Medicina y luego un doctorado en Antropología.
Fue director del departamento de VIH-Sida de la Organización Mundial de la Salud y también cofundador de una organización caritativa para la salud, Partners in Health. En 2009 fue nombrado presidente de la prestigiosa universidad estadounidense Dartmouth College.
Sabina Dewan, directora de globalización y empleo internacional del Centre for American Progress, un centro de investigación de tendencia liberal en Washington, dice estar entusiasmada con la selección de Kim.
"Aunque es un ciudadano estadounidense, es la primera vez que habrá una persona asiática, no occidental, en el cargo", comentó a BBC Mundo. "Me parece muy interesante que sea un especialista en desarrollo".

Nueva agenda para el BM

Dewan insistió, sin embargo, que la selección del presidente va más allá de la etnicidad o el sexo del candidato y los directores de ese organismo multilateral tienen que ser escogidos en base a méritos.
"Su trabajo en varios países en desarrollo en sectores tan difíciles como VIH-sida lo dotan de esa experiencia en el campo de desarrollo que podría ser muy útil en el Banco Mundial y para su éxito como presidente".
Todavía queda por ver cómo el especialista en salud puede extender sus funciones hacia las otras ramas del banco, como la necesidad fomentar el desarrollo de la infraestructura en los países pobres, generar más redes de comercio y cómo negociar ese comercio para propósitos de desarrollo.
Pero, al tiempo que hay un nuevo presidente, el Banco Mundial busca transformarse en una institución más enfocada hacia el desarrollo humano y hacia temas de una agenda global que tiene en cuenta los desafíos de la próxima década como el cambio climático, la educación, la salud pública, la prevención frente a los desastres naturales y la seguridad ciudadana.
"Creo que, después de la crisis económica, hay una mayor conciencia en el Banco y otras instituciones de trabajar más en políticas sociales. Eso no quiere decir que se descuente la importancia de las herramientas económicas que sirven las necesidades de los pueblos", añadió la analista del Centre for American Progress.

En ese sentido, varios países de América Latina, particularmente en Sudamérica, se consideran ya "graduados" de las necesidades imperiosas de obtener líneas de crédito para sustentar su política macroeconómica y de desarrollo de infraestructura.
Países como Brasil, Colombia, Chile, Perú y México, entre otros, han progresado muy efectivamente hacia niveles más elevados de desarrollo con reducción de pobreza y una creciente clase media.
Aún con ese crecimiento económico, según Eric Farnsworth -vicepresidente del Consejo de las Américas, un instituto de investigación que aboga por el libre comercio y la empresa privada como ejes del crecimiento económico y prosperidad- esos países podrían beneficiarse de una dirección enfocada a programas de servicios humanos como la educación.
"Lo que hemos visto en América Latina es una gran falta de inversión en la educación", afirmó. "Educación de calidad ha sido limitada a ciertos estratos de la sociedad y por eso la región no ha podido hacer uso de su capital humano".

"Brecha" del conocimiento

Para Farnsworth es absolutamente crítico preparar la fuerza laboral para los trabajos existentes. "Hay una creciente brecha entre los conocimientos y habilidades de los trabajadores y las necesidades de las empresas".
Esa brecha, dice el vicepresidente del Consejo de las Américas, acentúa los problemas de desempleo y la economía informal y tiene impacto sobre la efectividad de un seguro de salud de los empleados, los derechos del trabajador y seguridad social.
Si bien la capacitación y educación puede abordar el desafío de la creación de empleo, Sabina Dewan del Centre for American Progress recalca que deben ser lo que llama "empleos justos", con salarios justos y oportunidad de movimiento social.

"Cuando hablando de la reducción de la pobreza hablamos en realidad de brindar oportunidades de sustento y movilidad económica y ese es un campo que no han penetrado lo suficiente instituciones como el Banco Mundial".
Dentro de la nueva dirección para el Banco, señala Dewan, "la gente tiene que ser protegida, tiene que haber una red de protección para cuando pierde el trabajo".
Además de seguridad salarial, seguridad de empleo, cuidado de la salud y educación, debe haber seguridad ciudadana, que está comprometida por los altos índices de criminalidad relacionados, principalmente con el narcotráfico.
"Es un problema enorme", dijo a la BBC, Eric Farnsworth. "Puede socavar muchos de los avances económicos de la región por que no hay un entorno seguro para iniciar empresas y también afecta, a largo plazo, la inversión que los países necesitan para progresar en la escala económica".
Para Sabina Dewan, el perfil de Kim se ajusta a este potencial y ambicioso programa que busca seguir el Banco Mundial.
"Ciertamente es alguien que, como director de una institución académica y como alguien que ha viajado extensamente, está muy bien posicionado para ver más allá de los asuntos de salud", concluyó.

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