Dos estudios publicados en el último número de la revista PLoS Medicine han revelado que las madres que se someten a una cesárea tienen menos riesgo de padecer complicaciones severas en posteriores partos en caso de que estos se vuelvan a realizar con cesárea.
Aunque las nuevas técnicas quirúrgicas permiten a las mujeres que tuvieron un primer parto por cesárea poder optar también por el parto vaginal en posteriores embarazos, los resultados de ambos estudios sugieren que recurrir de nuevo a la cesárea puede ser lo más adecuado.
En concreto, uno de los estudios, llevado a cabo por el Centro Australiano de Investigación para la Salud de la Mujer, incluyó a más de 2.000 mujeres que estaban planeando su segundo embarazo tras una cesárea previa.
De este modo, observaron que las mujeres que planearon una cesárea experimentaron menos hemorragias severas durante el parto que aquéllas que eligieron un parto vaginal, al tiempo que también presentaban un riesgo menor de que el bebé falleciera en el útero.
De hecho, los expertos calculan que se podrían prevenir una muerte del neonato por cada 66 cesáreas planeadas después de una cesárea.
El segundo estudio, realizado en la Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal de la Universidad de Oxford en Reino Unido, estudió el riesgo de ruptura uterina, una complicación grave durante el embarazo que causa hemorragia severa en la madre y pone también en riesgo al neonato.
Los científicos identificaron 159 casos de ruptura uterina entre 2009 y 2010, y la mayoría de estos casos (139) tuvieron lugar en mujeres que habían tenido una cesárea.
Sin embargo, entre las mujeres con cesárea previa, el riesgo de ruptura uterina fue siete veces más alto cuando optaron por un parto vaginal que cuando planearon otra cesárea, mientras que el riesgo muerte del bebé fue tres veces más alto.
En un comentario sobre ambos estudios, la doctora Virginia Beckett, portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido ha reconocido a la BBC que "elegir un nacimiento vaginal o una cesárea conlleva diferentes riesgos y beneficios".
"En general, cualquier elección puede ser segura porque los riesgos son muy pequeños", ha admitido esta experta, que de hecho apunta que la cesárea "también conlleva riesgos, como coágulos o períodos más largos de recuperación".
Aunque las nuevas técnicas quirúrgicas permiten a las mujeres que tuvieron un primer parto por cesárea poder optar también por el parto vaginal en posteriores embarazos, los resultados de ambos estudios sugieren que recurrir de nuevo a la cesárea puede ser lo más adecuado.
En concreto, uno de los estudios, llevado a cabo por el Centro Australiano de Investigación para la Salud de la Mujer, incluyó a más de 2.000 mujeres que estaban planeando su segundo embarazo tras una cesárea previa.
De este modo, observaron que las mujeres que planearon una cesárea experimentaron menos hemorragias severas durante el parto que aquéllas que eligieron un parto vaginal, al tiempo que también presentaban un riesgo menor de que el bebé falleciera en el útero.
De hecho, los expertos calculan que se podrían prevenir una muerte del neonato por cada 66 cesáreas planeadas después de una cesárea.
El segundo estudio, realizado en la Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal de la Universidad de Oxford en Reino Unido, estudió el riesgo de ruptura uterina, una complicación grave durante el embarazo que causa hemorragia severa en la madre y pone también en riesgo al neonato.
Los científicos identificaron 159 casos de ruptura uterina entre 2009 y 2010, y la mayoría de estos casos (139) tuvieron lugar en mujeres que habían tenido una cesárea.
Sin embargo, entre las mujeres con cesárea previa, el riesgo de ruptura uterina fue siete veces más alto cuando optaron por un parto vaginal que cuando planearon otra cesárea, mientras que el riesgo muerte del bebé fue tres veces más alto.
En un comentario sobre ambos estudios, la doctora Virginia Beckett, portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido ha reconocido a la BBC que "elegir un nacimiento vaginal o una cesárea conlleva diferentes riesgos y beneficios".
"En general, cualquier elección puede ser segura porque los riesgos son muy pequeños", ha admitido esta experta, que de hecho apunta que la cesárea "también conlleva riesgos, como coágulos o períodos más largos de recuperación".
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