Anonymous robó el pasado 25 de diciembre la lista «secreta» de clientes de Stratfor Global Intelligence, un instituto privado de seguridad de EE.UU. con clientes como organismos de las Fuerzas Armadas estadounidenses y compañías como American Express, Goldman Sachs y Morgan Stanley. Ya entonces, el grupo de piratas informáticos afirmaba que dicha lista «no será privada ni secreta nunca más».
Dos meses después, Wikileaks ha comenzado a publicar más de cinco millones de correos electrónicos escritos entre julio de 2004 y diciembre de 2011 que muestran los procedimientos internos de «una compañía que figura como editora de informes, pero que provee de servicios de información confidencial para grandes corporaciones, como Bhopal's Dow Chemical Co., Lockheed Martin, Northrop Grumann, Raytheon y agencias del Gobierno, incluido el Departamento de Seguridad Interior, los Marines y la Agencia de Defensa de los Estados Unidos», según la web de Julian Assange.
Wikileaks, que explicará esta mañana en rueda de prensa su última filtración en el Club Frontline de Londres a las 12.00 horas GMT, adelanta que los correos revelan cómo trabaja una agencia privada como Stratfor. El instituto privado de seguridad, que algunos han bautizado como «la CIA en la sombra», utilizaba una red de informadores, pagaba sobornos, blanqueaba capitales y empleaba métodos psicológicos. Todo ello pagado en cuentas de bancos suizos y tarjetas de crédito de prepago.
«Lo que tenemos es una empresa privada de Inteligencia dependiendo del Gobierno de Estados Unidos, agencias extranjeras de cuestionable reputación y periodistas», ha dicho a Reuters Assange.
En opinión del fundador de Wikileaks, «lo más preocupante es que el objetivo de este análisis son, entre otros, organizaciones humanitarias que luchan por una causa justa».
El fundador y director ejecutivo de Stratfor, George Friedman, advirtió sin embargo el pasado 11 de enero, al admitir el robo de los correos, que «aquellos que busquen pruebas de una gran conspiración se sentirán decepcionados». «Dios sabe que un centenar de empleados escribiendo correos electrónicos interminables podrían decir cosas vergonzosas, estúpidas o que puedan ser malinterpretadas», indicó, según informa la agencia de noticias británica. El pasado enero Anonymous difundió en internet los datos de las tarjetas de crédito de más de 30.000 suscriptores de Stratfor, incluidos los del ex secretario de Estado y el ex vicepresidente de Estados Unidos Henry Kissinger y Dan Quayle.
El portal de internet que se hizo famoso publicando información confidencial sobre Afganistán o Irak y cables diplomáticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, asegura que los correos que van a dar a conocer y ya han comenzado a publicar algunos medios de comunicación como Público, aportan información privilegiada sobre la ofensiva del Gobierno de los Estados Unidos contra Assange y Wikileaks, en la que supuestamente habría utilizado a Stratfor. «Hay más de 4.000 emails que mencionan a Wikileaks o a Julian Assange», precisa en una nota.
Assange se encuentra actualmente detenido en Reino Unido a la espera de ser extraditado a Suecia, donde se le acusa delitos sexuales. Él continúa asegurando que se trata de un juicio político orquestado por Estados Unidos.
El anuncio de Wikileaks se produce solo días después de que el soldado Bradley Manning haya sido acusado por el tribunal militar de Estados Unidos de «connivencia con el enemigo» por filtrar miles de documentos clasificados a la web fundada por Assange. La jueza fijó la próxima vista para el 16 de marzo. Manning, que trabajó como analista de información en Irak desde octubre de 2009 hasta su detención en mayo de 2010, podría ser condenado a cadena perpetua.
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