El malware para plataformas móviles alcanzó una nueva fase de madurez. En 2011 se registró un aumento muy significativo de código malicioso en todas las plataformas, pero especialmente en Android.
En el sistema operativo de Google se produjo un aumento del 3.325% en cuanto a contenidos maliciosos.
En el conjunto de las plataformas móviles, el incremento de malware fue de 150 por ciento.
La compañía Juniper Networks presentó los resultados de su Informe sobre Amenazas Móviles para 2011.
En esa investigación se demuestra el aumento del malware móvil y su peligrosidad.
El estudio, difundido por la agencia Europa Press, se basó en los datos obtenidos tras el examen de más de 790.000 aplicaciones y vulnerabilidades de los principales sistemas operativos móviles.
Los "hackers" y los ciberdelincuentes centraron su atención, y siguen a haciéndolo, en los dispositivos móviles.
El éxito de este tipo de terminales, sumado a la ampliación de sus capacidades fueron un objetivo para los cibercriminales.
Las aplicaciones y contenidos maliciosos para dispositivos móviles se dispararon en 2011, marcando parte de la tendencia para este mismo año.
Según Juniper Networks, entre 2010 y 2011 se detectó un incremento de 155% en el malware móvil en todo tipo de plataformas móviles.
Sin embargo, el éxito de Android y sus características de sistema abierto no pasaron desapercibidas para los cibercriminales.
Solo en los últimos siete meses de 2011, el malware dirigido contra esa plataforma aumentó 3.325 por ciento.
Los datos de Android son sorprendentes, pero hay que destacar que no es el único sistema afectado.
En muchas ocasiones los investigadores no destacan datos de otros sistemas, en concreto de iOS, principal competidor de Android.
Desde Juniper han asegurado que la falta de información de iOS se debe a la naturaleza cerrada de la plataforma.
Sin embargo, desde Juniper destacan que en 2011, investigadores en materia de seguridad lograron infiltrar una aplicación no aprobada en el Apple App Store.
En cuanto al tipo de malware que más se utilizó en 2011, el spyware (software malintencionado que espía las actividades del usuario) y los troyanos por SMS acapararon la inmensa mayoría de ataques dirigidos contra dispositivos móviles, con un 63% y un 36% de incidencias respectivamente.
En este sentido, en 2011, el malware que experimentó un mayor crecimiento fue un nuevo método de ataque conocido como de "falso instalador".
Los falsos instaladores engañan a sus víctimas haciéndoles pagar, sin su conocimiento, por versiones pirateadas de aplicaciones famosas que suelen ser gratuitas.
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