El periodo de relativa calma que disfrutaba Microsoft tras su prolongada batalla con la Comisión Europea llega a su fin. Otra multinacional estadounidense, Cisco, impugnó ayer ante el Tribunal de Justicia Europeo la reciente adquisición de Skype por parte de la compañía de Bill Gates.
El recurso, para el que Cisco ha pedido una tramitación de urgencia, pretende anular el visto bueno sin condiciones de la Comisión a una operación que dio a Microsoft el control de una de las empresas más populares en el floreciente negocio de la telefonía a través de internet.
Cisco, empresa especializada en sistemas de comunicación, incluidas las teleconferencias, teme que Microsoft aproveche una plataforma cerrada como la de Skype para hacerse con el negocio de las videoconferencias entre empresas. Y que canalice de manera exclusiva la comunicación de esas empresas con los 700 millones de usuarios de Skype.
"Cisco no se opone a la fusión en sí misma", señaló ayer en su blog Marthin De Beer, vicepresidente de la compañía. "Pero la Comisión debería haber puesto condiciones para garantizar la interoperabilidad y evitar que una empresa controle en el futuro las comunicaciones por vídeo".
El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, autorizó la fusión el pasado 7 de octubre al concluir, tras una investigación de solo 25 días laborales, que no tendría impacto en el negocio de la videocomunicación entre empresas porque Skype apenas tiene presencia en ese mercado y la plataforma de Microsoft (Lync) compite con empresas como Cisco.
Un millón al segundo
El negocio de las videoconferencias a través de internet parece llamado a reventar. Cisco prevé que en solo tres años circulen por la red más de un millón de imágenes de vídeo por segundo. Y pide garantías de que los clientes podrán utilizar cualquier proveedor.
El recurso, para el que Cisco ha pedido una tramitación de urgencia, pretende anular el visto bueno sin condiciones de la Comisión a una operación que dio a Microsoft el control de una de las empresas más populares en el floreciente negocio de la telefonía a través de internet.
Cisco, empresa especializada en sistemas de comunicación, incluidas las teleconferencias, teme que Microsoft aproveche una plataforma cerrada como la de Skype para hacerse con el negocio de las videoconferencias entre empresas. Y que canalice de manera exclusiva la comunicación de esas empresas con los 700 millones de usuarios de Skype.
"Cisco no se opone a la fusión en sí misma", señaló ayer en su blog Marthin De Beer, vicepresidente de la compañía. "Pero la Comisión debería haber puesto condiciones para garantizar la interoperabilidad y evitar que una empresa controle en el futuro las comunicaciones por vídeo".
El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, autorizó la fusión el pasado 7 de octubre al concluir, tras una investigación de solo 25 días laborales, que no tendría impacto en el negocio de la videocomunicación entre empresas porque Skype apenas tiene presencia en ese mercado y la plataforma de Microsoft (Lync) compite con empresas como Cisco.
Un millón al segundo
El negocio de las videoconferencias a través de internet parece llamado a reventar. Cisco prevé que en solo tres años circulen por la red más de un millón de imágenes de vídeo por segundo. Y pide garantías de que los clientes podrán utilizar cualquier proveedor.
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