Los usuarios de móviles podrán firmar un contrato de roaming con un operador distinto del que utilizan habitualmente, sin tener que cambiar de número o tarjeta SIM. Así lo ha propuesto este miércoles la Comisión Europea (CE) en una nueva regulación de los servicios de telefonía móvil en itinerancia en la UE, a fin de abaratar ese servicio e incrementar la competencia en el sector.
La Comisión propone que los usuarios que así lo elijan puedan, a partir del 1 de julio de 2014, firmar un contrato para los servicios en otros estados de la UE (roaming) separado del que tengan para las llamadas nacionales.
Los consumidores podrán escoger un proveedor de servicios en itinerancia que ofrezca precios más baratos, con el que conectarían automáticamente al viajar a otro país sin necesidad de cambiar de tarjeta SIM.
Según la CE, este sistema facilitaría la entrada de proveedores alternativos como operadores de redes móviles virtuales (sin redes propias), a los que operadores de otros Estados miembros deberían permitir el acceso a sus redes a precios mayoristas regulados a partir de 1 de julio de 2012.
Mediante esta nueva regulación, la Comisión busca una solución "a largo plazo" de lo que considera un "problema subyacente" de falta de competencia en el sector del roaming, y que cree que no había conseguido remediar con la primera legislación aprobada en 2007 y modificada dos años después.
Esa normativa, que imponía precios máximos para la realización y recepción de llamadas, envío de mensajes cortos de texto y descarga de datos desde otro país de la UE, no era suficiente para lograr el objetivo de la Agenda Digital europea de que las tarifas roaming y las nacionales se aproximasen a "cero" en 2015, según la CE.
La Comisión espera reemplazar con estas nuevas medidas la actual legislación, que caduca el 30 de junio de 2012.
Desde entonces y hasta que entren en vigor las medidas estructurales en el sector para julio de 2014, la CE propone seguir aplicando una rebaja gradual de los precios máximos minoristas hasta mediado 2016.
Así, los usuarios no pagarían más de 24 céntimos de euro por minuto por llamada hecha desde el extranjero (sin IVA), 10 céntimos por minuto por llamada recibida, 10 céntimos por mensaje enviado y 50 céntimos por cada megabyte descargado (la regulación en vigor sólo fijaba límites para los precios mayoristas por la navegación en internet desde otro país).
Bruselas también propone establecer un tope para los precios roaming mayoristas (los que cargan unos operadores a otros por usar sus redes) hasta 2022, aunque podrían eliminarse antes, si la competencia en el sector se desarrolla lo suficiente.
La Comisión enviará ahora este reglamento al Parlamento Europeo y a los Estados miembros y, una vez adoptado, tendrá un efecto directo después de publicarse en el Diario Oficial de la UE.
20minutos
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