Si en enero os informamos del empleo de Kinect en las operaciones asistidas por robots, un hospital de Canadá ha mostrado un nuevo ejemplo del uso del controlador inalámbrico de Microsoft en un quirófano.
En concreto, se trata de la utilización de Kinect para mantener la sala de operaciones como un entorno esterilizado, libre de organismos que puedan afectar a la salud del paciente y le hagan contraer infecciones.
La idea es que gracias al mando inalámbrico se realicen determinadas tareas sin salir del quirófano, como puede ser la búsqueda de información sobre el estado de un paciente en un ordenador.
Otro ejemplo sería la realización de un escáner por rayos X, operación que gracias a Kinect no obligaría al cirujano al abandono de la sala de operaciones, ya que podría manejar de forma remota el ordenador que controla el aparato.
Además de eso, se evitaría tener que lavarse y desinfectarse, como sucede ahora cada vez que utiliza esa máquina.
the INQUIRER
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