El joven, de más de 20 años (aunque no se ha precisado su edad), había sufrido, a consecuencia de un accidente, una amputación traumática de sus extremidades inferiores: en la derecha por encima del fémur y en la izquierda sobre el tercio discal del fémur. Según el cirujano, de no haberse realizado esta operación, el paciente no hubiera tenido posibilidad alguna de volver a caminar, ya que, por motivos técnicos y anatómicos, no se le podía adaptar una prótesis.
Cavadas, que ofreció una rueda de prensa junto con el conseller de Sanidad, Luis Rosado, destacó que el joven trasplantado se puso a llorar cuando vio sus piernas y se encuentra "encantado de la vida" y "contento como Dios".
Tras una operación de 10 horas en la que intervinieron 50 profesionales, el joven está clínicamente estable y ahora le espera un complicado proceso de rehabilitación que le hará esperar un año para comprobar su evolución. Entonces se determinará si se puede repetir la experiencia pionera de este trasplante con otros pacientes.
Según Cavadas, el paciente podría estar moviendo las rodillas en tres semanas, en dos meses podría empezar a estar de pie en una piscina, en tres podría aguantar el peso en el exterior del agua y en seis o siete "podría estar caminando".
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