La industria turística cubana, que en 2011 aspira a recibir a 2,7 millones de vacacionistas, hace una fuerte apuesta por reactivar la actividad de los cruceros, muy deprimida en la isla durante los últimos años.
Durante el año que está a punto de iniciarse, cruceros de Gran Bretaña, Canadá y Rusia comenzarán a tocar puertos cubanos con regularidad, como parte de un programa fomentado por el Ministerio del Turismo (Mintur) para diversificar la oferte turística de la isla.
El director comercial del Mintur, José Manuel Bisbé, explicó que el crucero inglés "Thompson Dream", con capacidad para unos 1.800 pasajeros, tendrá cinco entradas de dos noches en La Habana.
Bisbé anunció, además, que se "trabaja muy fuerte para tener el año que viene un crucero canadiense con un programa de bojeo a Cuba, que será una oferta nueva para el próximo invierno en esta isla, principal destino turístico de Canadá en el Caribe".
Canadá es el primer emisor de turistas a Cuba con 914.000, y este año se espera se acerque bastante al millón, según Bisbé, quien vaticinó que en 2010 ese mercado debe cerrar con un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento.
Hasta ahora, las líneas aéreas Air Canadá y Cubana de Aviación sólo cubrían la ruta entre los dos países, pero "a partir de este año vamos a tener también los vuelos directos de Sunwing y de Air Transat, y se están abriendo nuevas posibilidades de servicios para los clientes canadienses", dijo el funcionario.
Antes de que termine el año, las compañías Tropicana Cruises LTD y Pacific Naval también iniciarán operaciones en Cuba, con un circuito exclusivo alrededor de la isla, a bordo del crucero ruso "Adriana", con capacidad para 304 pasajeros.
El itinerario previsto incluye a La Habana como punto de partida, y escalas en la Isla de la Juventud en el sur, en Cienfuegos, en Ocho Ríos, en la caribeña isla de Jamaica, en Santiago de Cuba y en Cayo Saetía, ubicado en la Bahía de Nipe, en la norteña Holguín.
El capitán de la nave Vasily Borovsky dijo a la prensa que ese circuito de ocho días se desarrollará inicialmente durante un año y pretende atraer turistas de Rusia y otros países de Europa del Este, quienes, al concluir la travesía, pueden extender su estadía en Cuba y disfrutar de destinos como el afamado balneario de Varadero.
La capacidad del barco permitirá la llegada de unos 10.000 viajeros anuales, y además será una nueva fuente de empleo para la nación caribeña, donde se debe contratar al 90 por ciento del personal de servicio.
A mediados de noviembre pasado comenzó a operar el crucero español "Gemini", con capacidad para 800 pasajeros, que atracó en el puerto de La Habana para marcar el despegue de esa actividad muy deprimida en Cuba en los últimos tres años, por los efectos del bloqueo que desde hace medio siglo aplica Estados Unidos contra la isla.
El turismo de cruceros disminuyó aquí 89 por ciento de 2005 a 2007, al caer la cifra de visitantes de 102.440 a 11.000, tras la compra por la empresa norteamericana Royal Caribbean de la española Pullmantur, dueña del barco "Holiday Dream", que viajaba con frecuencia a la isla y dejaba más de 15 millones de dólares en ingresos.
Una de las primeras medidas adoptadas por Royal Caribbean fue la suspensión de las operaciones en Cuba para evitarse problemas con la enmarañada red de leyes que conforman el bloqueo y que prohíben los viajes de barcos y ciudadanos estadounidenses a la isla.
A partir de ese momento, Cuba sólo reportaba operaciones de cruceros bastante pequeñas, de una, dos o tres escalas como máximo, y ninguna desde Estados Unidos, país que concentra la propiedad de la mayoría de las compañías de cruceros en el mundo.
Cuba tiene una infraestructura para la actividad que incluye, además de la de La Habana, las terminales de Cienfuegos en el centro, Santiago de Cuba en el sureste y una instalación de playa en la isla de la Juventud en el suroeste, con las cuales podría recibir hasta 600 barcos, 1,2 millones de turistas y más de 125 millones de dólares anuales, según estadísticas oficiales.
De acuerdo con pronósticos de la Asociación Americana de Agencias de Viajes (ASTA, por siglas en inglés), dos años después de que Washington elimine las prohibiciones de viajar a Cuba, medio millón de turistas norteamericanos podría llegar a la isla en cruceros.
Las autoridades cubanas consideran que las potencialidades son "incalculables" para el crucerismo, como parte de los planes para ampliar y diversificar el turismo dentro del plan oficial de "actualización del modelo económico".
El turismo es la segunda actividad económica de la isla, después de la exportación de servicios profesionales, con más de dos millones de visitantes anuales y una recaudación de unos 2.000 millones de dólares.
Pueblo en Linea
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