El gobierno de Grecia anunció un nuevo paquete de medidas que le permitirán ahorrar US$6.500 millones y aliviar su crisis presupuestaria.
Las medidas incluyen un aumento en los impuestos aplicados a las ventas y a los artículos de lujo, un incremento de los impuestos al combustible, un recorte de 30% en los bonos vacacionales que se les pagan a los empleados públicos, así como el congelamiento de las pensiones.
El primer ministro griego, George Papandreou, comparó la crisis presupuestaria de su país con una "situación de guerra".
"Estas decisiones son necesarias para la supervivencia del país y la economía, de forma tal que Grecia pueda salir del remolino de los especuladores y la difamación, y de que podamos respirar y seguir luchando", indicó Papandreou.
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Pagar deudas
El gobierno socialista ha prometido reducir el déficit presupuestario griego de 12,7% -más de cuatro veces superior al límite contemplado en las reglas de la eurozona- a 8,7% en 2010.
Además también aspira a reducir sus US$419.000 millones de deuda.
Según el corresponsal de la BBC en Atenas Malcolm Brabant, las medidas no abarcan el importante tema de la evasión fiscal en Grecia.
Brabant señaló que los planes –que cuentan con el visto bueno de los mercados financieros- podrían despertar la ira de los sindicatos griegos.
Recientemente, se han registrado manifestaciones sindicales en rechazo a los planes de recorte del gobierno.
Grecia necesita disminuir su déficit con el fin de conseguir dinero para hacer pagos de deuda urgentes en abril.
La Unión Europea está preocupada por el efecto que la crisis griega puede tener sobre la moneda común, el euro.
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