Con una contracción del 10,3% en el segundo trimestre del año, la economía mexicana sufrió la peor caída en casi tres décadas.
Entre las causas de este retroceso figuran el descenso de las exportaciones a Estados Unidos y el brote de gripe porcina que afectó a las principales áreas productivas del país.
Se trata de la tercera caída consecutiva que es ostensiblemente superior al 9,2% registrado en 1995 producto del denominado efecto tequila, hasta ahora la peor marca desde 1981 cuando se inició el registro trimestral de la actividad económica.
Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el sector industrial se redujo en el segundo trimestre un 11,5%, mientras que el rubro servicios experimentó una contracción del 10,4%.
La desaceleración de la economía también afectó al consumo, ya que el comercio se desplomó un 20,9% como consecuencia de la emergencia sanitaria declarada por el brote de gripe porcina que se inició en abril.
En medio de la crisis, el único sector que logró un avance moderado fue el agropecuario con un crecimiento del 1,1% en el segundo trimestre.
"Era lo esperado"
Para el director de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) en México, Jorge Máttar, la caída del 10,3% era previsible."Si bien es preocupante, era lo esperado. Anticipábamos esta contracción porque es el trimestre donde se ven los efectos de la influenza y sin duda por la crisis económica derivada del alto nivel de dependencia de la economía mexicana respecto a la estadounidense", le dijo a BBC Mundo.
Según Máttar, la disminución del Producto Interior Bruto (PIB) incrementará el desempleo y los niveles de pobreza, razón por lo cual será necesario que el gobierno mantenga el presupuesto de los programas sociales.
"Hay familias pobres que destinan el 70% de sus ingresos a la comida y cualquier contracción económica los afecta gravemente", reseñó el experto.
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