El impacto no ha sido el del huracán que se lleva todo lo que encuentra por delante, sino el de un viento persistente que acaba por doblar a su víctima a golpe de insistir. Así está afectado la crisis mundial a las principales operadoras del globo. Van aguantando, pero cada resultado trimestral es un poco peor que el anterior.
Los gigantes chino y estadounidense, China Mobile y AT&T, y las siete principales operadoras europeas han cerrado el primer semestre de 2009 con un aprobado en los ingresos acumulados y con un suspenso en los beneficios. Entre las nueve, facturaron 196.773 millones de euros entre enero y junio. En su conjunto, supone una subida con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Es ligera, del 2%, pero alza, al fin y al cabo.
Eso sí, sólo cuatro operadoras contribuyen a ella. Las otras cinco presentan caídas en sus ventas semestrales, lastradas por el retraimiento del consumo en sus mercados de origen. Se salva Vodafone, que se beneficia de su estrategia de expandirse por mercados emergentes, con fuertes tasas de crecimiento, y de la debilidad de la libra, que dispara sus resultados en euros con la conversión. China Mobile también logra subir en ventas, aunque lo hace con una debilidad que nunca antes había sentido. La sorpresa es Deutsche Telekom, que empieza a sacar partido de su plan de choque y, sobre todo, de su filial en Estados Unidos, y TeliaSonera.
Por lo menos, con estos cuatro impulsos, las ventas conjuntas suben. De los beneficios no se puede decir lo mismo. Entre las pérdidas de Deutsche Telekom y la fuerte caída de las ganancias de Vodafone provocada, principalmente, por el saneamiento milmillonario que acometió sobre el valor de sus activos en España, el beneficio conjunto cayó un 21,3%, hasta superar ligeramente los 19.000 millones.
De hecho, sólo KPN, que empata, Telefónica, TeliaSonera y China Mobile se libran de la caída de los beneficios.
Y eso que las operadoras se han centrado en exprimir la rentabilidad, pero no todas lo han conseguido. El ahorro de costes se ha impuesto en todos los continentes, pero esto también tiene su precio: los gastos de reestructuración, en un esfuerzo que dará sus frutos a medio plazo y que penaliza el presente.
Pese a la caída de beneficios, lo que está salvando las cuentas y el crecimiento hasta el momento es la diversificación geográfica de las compañías. Telefónica pincha en España y la debilidad de la libra convierte en caídas lo que es un buen resultado de la filial en Reino Unido; Deutsche Telekom no levanta cabeza en Alemania, Telecom Italia tampoco lo consigue en su mercado de origen, y las empresas estadounidenses han recortado tanto el gasto que AT&T lo está pagando. Frente a esta situación, Telefónica se salva por la fortaleza de Latinoamérica; Vodafone, por los mercados emergentes y de la zona euro, y Deutsche Telekom, por su filial estadounidense, por ejemplo.
Si en lugar de estudiar los resultados semestrales, se observa el segundo trimestre en solitario, hay señales de alerta y otras de mejora. Los problemas proceden de los ingresos, que si subían poco en el acumulado del año, lo hacen menos en los últimos tres meses. En el cómputo global se han eliminado las empresas que no dan resultados trimestrales. La suma la componen AT&T, Deutsche Telekom, Telefónica, Telecom Italia, KPN y TeliaSonera, y arroja un crecimiento del 0,4% en la facturación global.
La parte positiva está en los beneficios. Las ganancias siguen cayendo, pero lo hacen a un ritmo mucho menor que en el semestre. La caída es del 7,5%, lo que demuestra que los esfuerzos para recortar costes están dando sus frutos.
Por lo que se refiere a la clasificación mundial de las telecos por tamaño, los cambios son pocos. AT&T sigue siendo la operadora más grande por ingresos, mientras que China Mobile demuestra que es la empresas más rentable del sector al encabezar el ranking por beneficios.
La primera operadora europea por ingresos es Deutsche Telekom, pero en materia de beneficios es Telefónica la que está más alta en el Viejo Continente. Una vez más, la española constata su capacidad para rentabilizar los ingresos y para contener sus costes más allá que sus rivales.
Los gigantes chino y estadounidense, China Mobile y AT&T, y las siete principales operadoras europeas han cerrado el primer semestre de 2009 con un aprobado en los ingresos acumulados y con un suspenso en los beneficios. Entre las nueve, facturaron 196.773 millones de euros entre enero y junio. En su conjunto, supone una subida con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Es ligera, del 2%, pero alza, al fin y al cabo.
Eso sí, sólo cuatro operadoras contribuyen a ella. Las otras cinco presentan caídas en sus ventas semestrales, lastradas por el retraimiento del consumo en sus mercados de origen. Se salva Vodafone, que se beneficia de su estrategia de expandirse por mercados emergentes, con fuertes tasas de crecimiento, y de la debilidad de la libra, que dispara sus resultados en euros con la conversión. China Mobile también logra subir en ventas, aunque lo hace con una debilidad que nunca antes había sentido. La sorpresa es Deutsche Telekom, que empieza a sacar partido de su plan de choque y, sobre todo, de su filial en Estados Unidos, y TeliaSonera.
Por lo menos, con estos cuatro impulsos, las ventas conjuntas suben. De los beneficios no se puede decir lo mismo. Entre las pérdidas de Deutsche Telekom y la fuerte caída de las ganancias de Vodafone provocada, principalmente, por el saneamiento milmillonario que acometió sobre el valor de sus activos en España, el beneficio conjunto cayó un 21,3%, hasta superar ligeramente los 19.000 millones.
De hecho, sólo KPN, que empata, Telefónica, TeliaSonera y China Mobile se libran de la caída de los beneficios.
Y eso que las operadoras se han centrado en exprimir la rentabilidad, pero no todas lo han conseguido. El ahorro de costes se ha impuesto en todos los continentes, pero esto también tiene su precio: los gastos de reestructuración, en un esfuerzo que dará sus frutos a medio plazo y que penaliza el presente.
Pese a la caída de beneficios, lo que está salvando las cuentas y el crecimiento hasta el momento es la diversificación geográfica de las compañías. Telefónica pincha en España y la debilidad de la libra convierte en caídas lo que es un buen resultado de la filial en Reino Unido; Deutsche Telekom no levanta cabeza en Alemania, Telecom Italia tampoco lo consigue en su mercado de origen, y las empresas estadounidenses han recortado tanto el gasto que AT&T lo está pagando. Frente a esta situación, Telefónica se salva por la fortaleza de Latinoamérica; Vodafone, por los mercados emergentes y de la zona euro, y Deutsche Telekom, por su filial estadounidense, por ejemplo.
Si en lugar de estudiar los resultados semestrales, se observa el segundo trimestre en solitario, hay señales de alerta y otras de mejora. Los problemas proceden de los ingresos, que si subían poco en el acumulado del año, lo hacen menos en los últimos tres meses. En el cómputo global se han eliminado las empresas que no dan resultados trimestrales. La suma la componen AT&T, Deutsche Telekom, Telefónica, Telecom Italia, KPN y TeliaSonera, y arroja un crecimiento del 0,4% en la facturación global.
La parte positiva está en los beneficios. Las ganancias siguen cayendo, pero lo hacen a un ritmo mucho menor que en el semestre. La caída es del 7,5%, lo que demuestra que los esfuerzos para recortar costes están dando sus frutos.
Por lo que se refiere a la clasificación mundial de las telecos por tamaño, los cambios son pocos. AT&T sigue siendo la operadora más grande por ingresos, mientras que China Mobile demuestra que es la empresas más rentable del sector al encabezar el ranking por beneficios.
La primera operadora europea por ingresos es Deutsche Telekom, pero en materia de beneficios es Telefónica la que está más alta en el Viejo Continente. Una vez más, la española constata su capacidad para rentabilizar los ingresos y para contener sus costes más allá que sus rivales.
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