Un desacuerdo laboral entre el sindicato de la planta de Volkswagen en Puebla, México, y la compañía automotriz desató un paro indefinido que paralizó la producción de más de mil vehículos al día.
Más de 9.000 trabajadores -de los casi 13.000 que componen la plantilla- se declararon en huelga ante la negativa de la compañía a aumentar sus sueldos en un 3% (la demanda inicial era de 8,25%), tal y como solicitaban.
La empresa ofreció un aumento del 1% a partir de febrero de 2010 y un bono de US$423, lo que fue rechazado por el sindicato de esta fábrica, de la que salen a diario cientos de modelos Bora, Variant, Jetta y New Beetle.
Volkswagen argumentó que ante la drástica caída en su producción -prevista en un 30% para este año- y ventas no está en posibilidades de otorgar un aumento a los salarios en este año.
Fuentes de la empresa le dijeron a la agencia de noticias EFE que la empresa tiene inventarios suficientes "para unos cuantos días" con los que enfrentar la demanda del mercado, aunque precisaron que la disponibilidad depende de cada modelo.
Vea: crisis sobre ruedas en México
Listos para mantenerla
La corresponsal de BBC Mundo en México, Cecilia Barría, informó que los trabajadores se preparaban con tiendas de campaña y provisiones en las afueras de la empresa para mantener el paro.
El secretario general del sindicato, Víctor Jaime Cervantes, dijo que los trabajadores están dispuestos a "soportar (durante) unas semanas la huelga".
"Es malo una huelga y como imagen para todo el consorcio también. La huelga no beneficia a nadie", dijo.
El gobierno llamó al grupo y a la empresa para que retomen negociaciones el próximo jueves con el fin de levantar "lo antes posible" la movilización que comenzó este martes.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social señaló que espera que se logre un acuerdo "en el marco de un contexto económico recesivo y, particularmente, de gran dificultad para la industria automotriz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario