Fuente: Pueblo En Linea.
Mejorar la eficiencia de la energía convencional es más efectivo para desarrollar una economía de bajo carbono en China que desarrollar nuevas energías, dijeron expertos en Beijing.
Li Junfeng, subdirector del Instituto de Investigación de Energía de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el máximo órgano de planificación económica del país, dijo que la de las nuevas energías se está convirtiendo en una industria de alto riesgo en China, y que la competencia que se registra en ese sector en la actualidad es "exagerada".
"Teniendo en cuenta que la industria de las nuevas energías aporta menos de un 1 por ciento del Producto Interno Bruto de China, poco más de diez compañías serían suficientes, pero ahora hay una multitud", dijo Li.
Por su parte, Zhu Dajian, director del Centro de Investigación de Desarrollo Sostenible y Gobierno de la Universidad Tongji con sede en Shanghai, señaló que la demanda de nuevas energías por parte de China aún es baja, y que cerca de la mitad de su producción está destinada a la exportación. "Si demasiadas compañías ingresan a la industria y la demanda interna no aumenta, pronto empezarán a aparecer burbujas", advirtió.
Desde el año pasado, cuando empezó la ralentización de la economía mundial, la antes próspera industria de generación de energía solar fotovoltaica ha venido pasando dificultades. El segmento depende primordialmente del mercado internacional, como lo demuestra el hecho de que en 2008, el 98 por ciento de los productos fotovoltaicos hayan sido vendidos al exterior. La caída de la demanda por parte de otros países ha forzado a muchas compañías a suspender la producción, y a no pocas a acogerse a las leyes de bancarrota.
"En este momento es más importante mejorar la eficiencia de la energía convencional que desarrollar nuevas energías", opinó Zhu.
El 70 por ciento de la energía que consume China es generada a base de carbón, y Zhu admitió que las cosas seguirán así durante algún tiempo. La tasa promedio de eficiencia de las plantas generadoras alimentadas por carbón es de apenas un 35 por ciento. "Si se aplican tecnologías más avanzadas, (la crifra) podría incrementarse hasta el 50 por ciento", sostuvo el experto.
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