Una búsqueda en la popular tienda de subastas eBay.es arroja a día de hoy más de un centenar de artículos relacionados con Sega Dreamcast, una consola que, pese a su corta vida, dejó un buen sabor de boca entre los aficionados a los videojuegos por su carácter innovador. Sega, con Dreamcast, fue la primera compañía en lanzarse a producir la denominada sexta generación de consolas, donde tuvo que competir con PlayStation 2, Nintendo GameCube y Xbox.
Dreamcast vio la luz el 27 de noviembre de 1998 en Japón, y apenas un año después en EEUU y Europa. Pese al éxito de crítica y público con el que fue recibida, tan sólo tres años más tarde la compañía histórica anunció que dejaba de producir consolas para dedicarse al desarrollo de juegos y máquinas recreativas. Dreamcast se puso a la venta mucho antes que sus rivales de generación y fue la primera consola del mercado que incorporó un módem de serie para el juego on-line y la navegación -con un software propietario llamado Dreamkey-, aunque no fue ésta su única innovación. Mediante un adaptador de red, la consola podía conectarse a través de banda ancha. Su tarjeta de almacenamiento, la Visual Memory Unit, consistía en un accesorio de 128 Kb que se introducía en el mando y que se comercializaba en una versión con pantalla que permitía el juego independiente, como si se tratase de una consola portátil.
El formato de sus juegos era GD Rom, un sistema que ofrecía una capacidad superior al CD (1,2 GB). Con él, la compañía trataba de evitar la piratería que tan común era en PlayStation, a la vez que hacía posible el desarrollo de juegos más completos. El resultado no fue el esperado y, en el año 2000, se filtró en Internet un disco de arranque que permitía que la consola reprodujese CD convencionales. Aunque los usuarios no podían copiar directamente de un GD a un CD Rom, comenzaron a aparecer en la Red imágenes de juegos que, al grabarlas en un CD, se reproducían en la consola.
El juego que vendía consolas
Soul Calibur (1999) fue uno de los juegos más exitosos de la malograda consola de Sega. Con su movimiento multidireccional y sus gráficos coloristas, sorprendió a los aficionados a la saga y logró captar a un público cansado de juegos de lucha con personajes planos. Namco lo lanzó al mercado apenas unos meses más tarde de que se pusiese a la venta la consola, demostrando el potencial que se escondía detrás de sus características técnicas.
Considerado por la crítica como un título capaz de vender consolas por sí mismo, su aparente sencillez escondía una historia plagada de personajes y modos de juego que ampliaban la duración del título. Sólo nueve juegos han conseguido en la última década la máxima puntuación de la prestigiosa revista de videojuegos Famitsu. Soul Calibur es uno de ellos.
Legión de seguidores
El cese en la fabricación de Dreamcast y el anuncio de Sega de retirarse definitivamente del mercado de las consolas se debió a los problemas financieros de algunos proyectos y a lo costoso que resulta, también en la actualidad, mantenerse en una batalla como la que enfrenta a los fabricantes de consolas. Sega fue la perdedora en un escenario en el que PlayStation 2 se hizo con el triunfo en cuanto a ventas, pero puede presumir de que su Dreamcast tuvo una legión de seguidores que, años después del fin de la consola, han trabajado para exprimir sus posibilidades mediante emuladores y distintas utilidades.
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