Fuente: europasur.es.
Tras doce años de trabajo, que ha dado como resultado un laboratorio de física con forma de anillo de 27 kilómetros de circunferencia a 100 metros de profundidad en la frontera entre Francia y Suiza, todo está dispuesto para que el miércoles sea activado en el Laboratorio Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra el denominado Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Su objetivo será estudiar colisiones de partículas a energía nunca alcanzadas y comprender así mejor el Universo para descubrir de su composición y cómo se formó. "Este es el proyecto científico más complejo que se ha hecho nunca", ha declarado uno de los científicos españoles responsables del proyecto, el español Antonio Vergara Fernández.
El nuevo acelerador de partículas, que ha supuesto una inversión de 8.000 millones de dólares, persigue dar un salto cualitativo en el desarrollo de la Física de Partículas, de forma que principios que hasta ahora sólo pueden ser enunciados de forma teórica, se conviertan en una realidad tangible en laboratorio.
Para conseguirlo, ha tenido que levantarse el mayor ingenio científico construido nunca por el hombre: un enorme anillo de 27 kilómetros de circunferencia en el que se podrá hacer que un haz de partículas circule a velocidades nunca alcanzadas haciéndolas chocar entre sí para recrear un contexto similar al que se produjo con ocasión del nacimiento del Universo, el denominado 'Big Bang'. En comparación con aceleradores de partículas ya existente, el LHC producirá haces que tendrán una energía siete veces más elevada y una intensidad treinta veces superior.
En una entrevista difundida por el CERN, el investigador español Antonio Vergara Fernández, uno de los responsables del proyecto, destacó las magnitudes del nuevo acelerador. Explicó que una vez horadado el túnel bajo tierra se pasó varios años instalando la maquinaría del acelerador en su interior, pero lo complejo vino después.
"Hemos tenido que aprender a enfriar 27 kilómetros de acelerador a 271 grados bajo cero (la temperatura a la que puede funcionar de forma efectiva), luego encender toda la máquina y demostrar que todos los elementos funcionan sin ninguna particular en el acelerador, una labor en la que han pasado dos años. Enfriada y lista para recibir hadrones, ha habido que preparar un haz de partículas para que lleguen a la zona del acelerador, se aceleren y creen las colisiones". Para conseguirlo disponen de unas cadenas previas de aceleradores, denominadas inyectores, por las que pasan los protones antes de introducirse en el LHC. El éxito se producirá cuando se consiga que al menos una parte del haz de partículas inicial logre dar la vuelta al anillo completo.
"Este es el proyecto científico más complejo que se ha hecho nunca", agregó Vergara Fernández, ya que ha habido muchos problemas que solucionar, y esta puesta en marcha es el final de muchos años de preparación y muchas horas pasadas aquí. En total se espera 9.000 investigadores puedan trabajar en el CERN de forma itinerante, para permitir a los físicos corroborar sus teorías.
No será el fin del mundo
La gran cantidad de energía y las dimensiones del nuevo acelerador han suscitado no pocas críticas y temores apocalípticos. Algunos científicos, encabezados por el bioquímico alemán Otto Rossier, creen que la activación de acelerador provocará el fin del mundo, ya que se podrían provocar agujeros negros en el interior del LHC succionando a todo el planeta.
Al respecto, el CERN ha publicado estos días un informe científico en el que se garantiza la seguridad de su operación. Su director general, Robert Aymar, ha declarado que el LHC "es capaz de estudiar en detalle lo que la naturaleza está haciendo ya alrededor de nosotros". "El LHC es seguro, y cualquier reserva sobre un posible riesgo es pura ficción", agregó.
1 comentario:
hola
que linda pagina
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