Aunque la compañía de Bill Gates controla el 90% del mercado mundial, quiere evitar que otros programas le coman terreno poco a poco.
Microsoft está gastando cientos de millones de dólares en una campaña de publicidad para limpiar la imagen de marca de su sistema operativo Windows Vista, bastante deteriorada. Según Bill Veghte, el hombre responsable de sostener lo que puede ser la franquicia más lucrativa de la historia, los anuncios son sólo “la cara más superficial”.
Grupos de ingenieros de Microsoft, por ejemplo, han sido encargados de ajustar el hardware y el software para hacer que los PC Vista sean más rápidos y con menos tendencia a las averías.
Por ahora, Microsoft insiste en que ha resuelto la mayor parte de los problemas técnicos que rodean a Vista, que fue introducido en enero de 2007, tras repetidos retrasos. Muchos ejecutivos y analistas del sector están de acuerdo.
Las penalidades de Vista han abierto la puerta a alternativas a Windows como no había sucedido nunca antes. Windows, desde luego, todavía tiene más del 90% del mercado de los sistemas operativos de ordenador, pero el software operativo Macintosh de Apple, que funciona sólo en los ordenadores Apple, está ganando terreno, especialmente en Estados Unidos. Además, la entrada de Google en el mercado de navegadores es una declaración implícita de que el navegador está suplantando cada vez más al sistema operativo del PC como puerta de entrada al software estratégico de la informática.
Internet Explorer de Microsoft tiene actualmente más del 70% del mercado de navegadores. Pero el software de navegación en la web es gratuito, un resultado de la decisión de Microsoft de unir su Internet Explorer con Windows en los años 90, en parte para perjudicar al líder pionero de los navegadores, Netscape Communications.
Microsoft se gana la vida en gran parte con Windows y desde luego se la gana muy bien. En el año que acabó en junio, el grupo Windows de Microsoft generó unos ingresos de cerca de 17.000 millones de dólares y unos beneficios de explotación de más de 13.000 millones de dólares, un fenomenal margen del 77%.
Actualizar programas
El lucrativo negocio de Windows depende de que los consumidores y las empresas actualicen las nuevas versiones de Windows. “Lo que estamos viendo con Vista es que por primera vez, una porción importante de los consumidores y los clientes empresariales han decidido que no vale la pena actualizar”, dice David Yoffie, un profesor de la Harvard Business School. “Si no lo hacen, el final de la franquicia está cerca”, advierte.
El principal problema de Vista, dice Microsoft, fue que, debido a los retrasos, la incertidumbre y los importantes cambios de código en el sistema operativo, el resto del sector no estaba preparado cuando Vista llegó por fin. Sólo hay 1.000 millones de usuarios en todo el mundo de las diversas versiones de Windows, y Windows es el centro de un vasto ecosistema empresarial y técnico.
Cientos de miles de aparatos de hardware y aplicaciones de software operan con Windows. La tercera parte del software y el hardware exige programas de conexión, llamados drivers, para trabajar sin problemas con él.
Vista, un gran cambio con respecto a XP, su predecesor, requería que se escribieran un montón de esos nuevos programas de conexión, y Microsoft no comunicó bien cuánto trabajo se necesitaba. Con frecuencia, dice Microsoft, un driver antiguo seguía funcionando con Vista, pero ralentizaba el PC o estropeaba Vista. Hoy día, 77.000 aparatos de hardware y componentes operan de manera compatible con Vista, más de el doble que cuando se introdujo.
“Estamos en una posición muy distinta con Vista de la que estábamos hace seis meses”, dice Veghte, vicepresidente para estrategia y márketing de Vista.
Justo después de que Vista cambiase, Steven Ballmer, el consejero delegado de Microsoft, trasladó a Veghte al negocio de Windows. En sus 18 años en Microsoft, Veghte ha tenido una carrera muy amplia en ventas, márketing y desarrollo de software (de hecho, tiene dos patentes).
Oportunidad de mejorar
Los problemas de Vista se consideraron dentro de las filas directivas de Microsoft como una oportunidad. Mike Nash, que había trabajado con Veghte antes, aceptó unirse a él en la operación de mejora del Vista.
La campaña se supone que llevará la marca Windows decididamente más allá del PC, por eso el negocio Windows puede prosperar aunque el PC pierda relevancia en el mundo de la informática. Microsoft cree que su amplio alcance en software de PC, móviles y web le da un mayor peso frente a rivales como Apple o Google.
Para establecer unos planes más detallados, Veghte recurrió a otros diez directivos de toda la compañía. En su reunión inicial, Veghte, según los miembros del equipo, empezó diciendo tres cosas: su reputación personal está en juego. “No respetaremos automáticamente lo que Microsoft ha hecho hasta ahora. Intentaremos probar y experimentar las cosas en proyectos piloto”, dijo.
La distribución supone un 40% de las ventas mundiales de PC y crece el doble de rápido que otros canales de ventas, por lo que la compañía decidió que tenía que involucrarse más directamente en lugar de presentar los productos y subvencionar promociones.
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