Buscar

2008/06/02

Las paradojas de la seguridad

Fuente: Blog de Enrique Dans.

Una interesante paradoja de la seguridad, puesta de manifiesto por Bruce Schneier en su última columna en Wired, Why do we accept signatures by fax?: en un mundo donde la gente despotrica acerca de la seguridad en Internet y en la web, resulta que muchísimas empresas aceptan como válido un documento firmado y enviado por fax, cuando todos sabemos que resulta completamente trivial y prácticamente indetectable tomar simplemente una tijera y pegar una firma encima del documento que vamos a enviar. Una firma en un fax no puede ser garante de nada: su seguridad es nula; su falsificación, primaria, al alcance de un niño pequeño. Y sin embargo, el fax se sigue utilizando para el envio de contratos, cancelaciones, recibos, NDAs y documentos de todo tipo, atribuyéndoles plena validez.
En España, por ejemplo, es tradicional que si bien todo sean facilidades para firmar un contrato de servicio de cualquier tipo, sea necesario recurrir al fax para efectuar una cancelación del mismo, en parte - estoy seguro - porque ello dificulta el proceso al tratarse el fax de un dispositivo que nunca llegó a alcanzar una penetración importante en usuarios domésticos. Pero el nivel de seguridad que ofrece esa baja firmada por fax, que podría haber sido enviada por cualquiera, hace que el recurso al fax sea completamente absurdo: si quieren dificultar el proceso, harían mejor en pedirnos el documento en escritura cuneiforme sobre una piedra, al menos darían más trabajo a un presunto falsificador…
El fax es claramente una de las tecnologías que peor ha soportado el cambio de siglo. Pero en los negocios, su uso, además de incómodo, es completamente absurdo. Yo, en las últimas tarjetas, eliminé el número de fax, y casi miro con cara de “¿vienes del pasado?” a quien amenaza con enviarme uno o me pide que se lo envíe yo. El uso del fax me resulta incómodo y molesto. Pero, incomodidad aparte, su nula seguridad y el proceso de negación colectiva que desencadena y en virtud del cual todo lo que viene por él nos parece válido es verdaderamente pasmoso, y más en una época en la que, en cuestiones de seguridad, muchos cuestionan casi todo…

No hay comentarios: