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2014/04/25

EE.UU le abre la puerta a una Internet de dos velocidades

Internet podría tener un carril más rápido, al menos en Estados Unidos. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), el organismo independiente encargado de su regulación, revisará la normativa actual para facilitar que los proveedores de Internet ofrezcan servicios a diferentes velocidades. De esta forma, los proveedores de conexión a la Red, a cambio de pagos extras, podrían garantizar una velocidad privilegiada a unas empresas (por ejemplo, las de alquiler de películas) sobre otras, acabando con el principio de "neutralidad de la Red" (todos los contenidos circulan a igual velocidad) que ha garantizado su funcionamiento desde su creación.

El presidente de la FCC, Tom Wheeler, salió al paso de esta interpretación señalando que su organismo no pretende romper el principio de neutralidad, sino "ajustar ese concepto" a una sentencia judicial en su contra, pronunciada en enero. "Esto no es un cambio drástico. Las mismas reglas servirán para todo el contenido online y, como en la regulación de una Red abierta, no se permitirá ningún comportamiento que perjudique a los consumidores o a la competitividad", afirmó Wheeler. Pero no negó la doble velocidad.
En el caso que cita Wheeler, la justicia dio la razón a Verizon, una de las grandes operadoras telefónicas del país, en su demanda contra la FCC. La empresa quería establecer diferentes velocidades de descarga, una opción que bloqueó la Comisión; pero el Tribunal Federal acusó a la FCC de extralimitarse en sus funciones. La actual normativa considera estos servicios como información y no como empresas de telecomunicaciones, por lo que la FCC carece de competencias para regularlas.

La decisión judicial ha empujado a FCC a revisar esa normativa sin esperar a lo que diga el Tribunal Supremo. Según la sentencia, Verizon tiene derecho a crear sus reglas de acceso a sus servicios, manteniendo el principio de neutralidad en la Red, pero con la condición de que no se excediera en sus competencias. Las nuevas normas se adaptan al fallo, pero los más críticos con la FCC aseguran que está cediendo a los intereses de las grandes empresas del sector de las telecomunicaciones.

Organizaciones de consumidores y de defensa de las libertades han rechazado siempre cualquier tipo de carril "privilegiado" de contenidos online, alertando de sus consecuencias. Hace seis años tuvieron un importante respaldo, cuando el ahora presidente Obama convirtió la garantía de la neutralidad en la Red en una de sus promesas electorales. La decisión de la FCC -un organismo independiente de la Administración- puede obligarle a incumplir su doctrina. Desde los inicios de su mandato, Obama ha mostrado una gran sintonía y deferencia con los grandes de Internet (Google, Twitter, Facebook, Apple...) con los que se ha reunido en varias ocasiones, y que siempre han promovido la neutralidad de la Red, sin excepciones.

El presidente de la organización Free Press, uno de los grandes defensores de la neutralidad en la Red, acusa a la FCC de "romper" Internet tal y como lo conocemos hasta ahora. "Dar luz verde a los proveedores para que creen sistemas de pago por prioridad de acceso será un desastre para las nuevas empresas, organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos que no se puedan costear esas tasas", afirma Craig Aaron. Wheeler defiende que la modificación solo pretende ajustar las normativas a la sentencia. La condición sería que solo se pudiera crear una velocidad privilegiada si se exige a cambio "una tasa comercial razonable". Esta serviría para que servicios de vídeo en streaming como Netflix o Amazon contrataran vías rápidas para que el consumidor pueda descargar una película sin interrupciones,por ejemplo.

La organización Public Knowledge ha tachado esa supuesta tasa de "discriminatoria" y alerta de que imponer un precio de entrada a la Red acabará con la innovación y pondrá en peligro el trabajo de los emprendedores. "La Comisión debería buscar maneras de garantizar la neutralidad", asegura esta agrupación, "incluidas nuevas protecciones contra la discriminación por motivos comerciales".

La propuesta de la FCC plantea, según sus detractores, dos problemas. El primero es que solo las grandes compañías podrían permitirse esa tarifa, que podría repercutir en el abonado al servicio. El segundo, alegan, es que desaparecería el ecosistema actual que ha permitido precisamente la consolidación de decenas de start-ups convertidas ahora en líderes del sector.

El complejo entramado estadounidense de empresas proveedoras de Internet y creadoras de contenido podría alargar aún más la batalla en defensa de la neutralidad en la Red, que dura ya más de una década.

En los últimos meses, Comcast ha firmado un acuerdo con Netflix para mejorar el tráfico de descarga en sus redes. Comcast es, además de proveedor de acceso a Internet, televisión por cable y teléfono, dueño de NBCUniversal. Esta circunstancia, si así lo permite la FCC, le daría vía libre para que los contenidos de esta productora -desde películas hasta información o noticias- se descargaran a mayor velocidad que los de la competencia (si no paga el peaje de la autopista). Esa decisión, además, sería de la empresa y no del usuario, que pueda preferir contenidos de páginas que Comcast no quiera destacar.

Uno de los grandes expertos de ese ecosistema, Tim Wu, denunció en su libro The Master Switch lo "fácil" que es olvidar que todos los desarrollos en la historia de la industria de la información en EE UU "han existido en un mercado abierto plagado de emprendedores y utópicos". Wu recuerda también que todas esas industrias acabaron en poder de monopolios e Internet podría no ser la excepción.

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