No inventaron la fotografía pero convirtieron su empresa en la mayor del mundo en su negocio. Fundada en 1880 por George Eastman, prácticamente llegó a convertirse en sinónimo de fotografía… hasta que llegó lo digital y no supieron adaptarse. Pérdidas, desorientación, quiebra… y ahora vuelven de nuevo a la vida transformando su modelo de negocio y orientándose a la impresión comercial.
En 2012 Kodak tuvo que declararse en quiebra al no poder afrontar deudas por valor de casi 7.000 millones de dólares. Un año después las acciones de la “antigua” Kodak están suspendidas de cotización y se han emitido otras nuevas para los inversores interesados así como habrá otros títulos para acreedores no preferentes.
En estos casi dos años Kodak ha vendido varias de sus áreas como su servicio online para compartir fotografías o sus múltiples patentes tecnológicas, lo que le reportó más de 500 millones de dólares, aunque esperaba haber obtenido al menos 2.000.
Ahora Kodak orientara su negocio a los servicios de impresión profesional, cartelería, encuadernación y similares para grandes empresas, una completa reinvención en la que aprovechar su ya larga experiencia (desde el S. XIX) a la hora de inmortalizar imágenes en papel, una industria que no abandonarán del todo porque también seguirán fabricando y vendiendo película fotográfica aunque ya estrictamente también para usuarios profesionales.
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