House of Cards es la primera serie creada exclusivamente para la web en ganar un Emmy. La serie, que Netflix ha producido, estaba nominada a 14 galardones.
Los galardones los entrega la poderosa industria de la televisión estadounidense. Que Netflix, que emite contenidos exclusivamente por el canal online, haya obtenido uno (el de mejor Dirección de una serie dramática) resulta paradójico.
El reconocimiento muestra también el inicio de lo que parece ser un cambio de paradigma en la industria; en la forma de producir y consumir productos de entretenimiento.
Amazon ya trabaja en cinco series exclusivas. El gigante de ecommerce publicó a mediados de año 14 episodios piloto; los más votados se convertirían en series completas.
Netflix ha gastado 100 millones de dólares en la producción de las primeras dos temporadas de House of Cards, que protagoniza Kevin Spacey.
La compañía, que pasó por momentos difíciles con decisiones de negocio poco acertadas, acumula 38 millones de usuarios por todo el mundo (según los datos más recientes publicados por la propia Netflix).
House of Cards no ha logrado llamativos índices de audiencia, menos del 1% de los usuarios de Netflix en abril, según el Journal. Lo principal es que la arriesgada apuesta de la compañía de vídeo en streaming ha logrado el reconocimiento de la (aún tradicional) industria de la TV.
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