El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Joaquín Almunia, afirmó que ha pedido a Google que plantee nuevas propuestas para evitar ser sancionado por abuso de posición dominante, tras constatar que las últimas presentadas por el gigante estadounidense "no son suficientes".
"He escrito una carta al presidente de Google, Eric Schmidt, pidiendo que presente mejores propuestas o que mejore las propuestas" ya enviadas, dijo Almunia en una rueda de prensa, informó la agencia Efe.
La empresa tendrá que volver a presentar un compromiso que despeje las dudas que Bruselas mantiene sobre si su modelo de negocio supone un abuso de posición dominante y viola las normas comunitarias por, entre otras cosas, dar prioridad a sus anuncios y aprovechar el contenido de competidores en su propio beneficio.
El responsable de Competencia de la Comisión explicó que los resultados de la prueba de mercado de dos meses apuntan a que las propuestas planteadas en abril por Google no bastan para despejar las dudas de Bruselas.
"Después del análisis de los resultados de la prueba de mercado que concluyó a finales del mes pasado, el 27 junio, concluí que las propuestas que Google nos mandó hace meses no son suficientes para superar nuestras preocupaciones", indicó.
Durante este test, los competidores del gigante estadounidense enviaron a Bruselas sus comentarios, que sirvieron para reforzar la investigación abierta en 2010 por la CE en torno a Google.
La Comisión considera que el modelo de negocio de Google podría no ser compatible con la libre competencia en cuatro aspectos.
En primer lugar, la CE señala que en las búsquedas que hacen los usuarios, Google muestra sus propios servicios verticales de forma preferencial, en detrimento de los de sus competidores.
La CE también desaprueba la manera en que Google copia material original de las páginas web de sus competidores, como opiniones de los usuarios de hoteles o restaurantes, lo utiliza en su página web sin permiso previo, y aprovecha los beneficios que eso conlleva.
Otra duda de la Comisión se refiere a los acuerdos entre Google y sus socios en páginas donde despliega publicidad relacionada con las búsquedas, que dan lugar a una "exclusividad de facto" al gigante estadounidense y cierra posibilidades a competidores que también ofrecen servicios de publicidad.
La CE subraya que Google impone restricciones a la portabilidad de las campañas de publicidad relacionadas con las búsquedas en línea, desde su plataforma AdWords a otras plataformas.
Google se ofreció a acatar durante cinco años en el área económica europea varias propuestas, que son consideradas insuficientes por la CE tras someterlas a la prueba de mercado.
La compañía propuso etiquetar los vínculos a sus propios servicios especializados de búsqueda, de manera que los usuarios puedan distinguirlos del resto; separar claramente esos vínculos promocionados por medio de gráficos, como recuadros, y mostrar los vínculos a tres servicios de búsquedas especializados de otros rivales, próximos a los suyos propios.
Además, sugirió ofrecer a todas las páginas web la posibilidad de rechazar la utilización de todo su contenido en los servicios de búsqueda especializados de Google, a la vez que garantizaría que ese rechazo no afectaría el lugar que ocupan en los resultados de las búsquedas generales.
También planteó ofrecer a todos los sitios de búsquedas especializadas la opción de marcar ciertas categorías de información de manera que no estén indexadas o sean utilizadas por Google, y proporcionar a los editores de periódicos la posibilidad de que controlen, página web por página web, la exposición de sus contenidos en Google News.
Otra propuesta era dejar de incluir en sus acuerdos con editores la obligación escrita o no escrita de que los anuncios de búsquedas en línea sean exclusivamente de Google.
Por último, propuso dejar de imponer obligaciones que impidan a los anunciantes gestionar las campañas publicitarias en plataformas publicitarias de competidores.
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