Intel ha anunciado el nombramiento de Brian Krzanich como nuevo CEO de la compañía en sustitución de Paul Otellini, quién anunció su intención de dimitir el año pasado después de cuatro décadas con la compañía.
Con 52 años, Krzanich deja su puesto como dirección de operaciones de Intel, un papel que ha desempeñado desde 2012, y se convierte en el sexto director ejecutivo en la historia de Intel.
Krzanich no ha sido el único candidato a sustituir a Otellini. Se ha hablado de Stacy Smith, CFO de Intel, y de Renee James, directora general de software y servicios. Esta última se convertirá en presidenta de la compañía el próximo 16 de mayo, el mismo día que Krzanich se convierta en CEO y el resto de candidatos en vicepresidentes senior.
Otellini se convirtió en CEO de Intel en 2005, justo cuando la compañía parecía estar perdiendo cuota de mercado frente a AMD. El ejecutivo estableció una estrategia que aceleraba el desarrollo de chips, lanzando nuevos productos cada año. Además de recuperar cuota de mercado, Otellini jugó un papel clave en la decisión de Apple de abandonar los procesadores de IBM por los x86 de Intel en 2005, sin olvidar una de las adquisiciones más sorprendentes de los últimos años, la de McAfee en agosto de 2010. La compra de activos de Infineon ha permitido a la compañía acelerar si presencia en el mercado de procesadores para tabletas y smartphones, un sector al que Otellini no supo prestar la debida atención.
Nombrando a Brian Krzanich nuevo CEO de la compañía, Intel parece estar diciéndole al mundo que no hay intenciones de hacer cambios radicales. Sin embargo Krzanich tendrá que hacer frente a retos importantes si quiere mantener la posición dominante de Intel. Las medidas que adopte en los próximos meses y años tendrán un gran impacto, no sólo para la empresa, sino también para el futuro de la industria. Además de mantener la posición de la compañía en el mercado de ordenadores en un momento de caída de las ventas, Krzanich tiene que convencer a los fabricantes de que utilicen los procesadores Intel Atom en lugar de los diseños de ARM con el fin de ganar presencia en el mercado de tabletas y smartphones.
Para algunos analistas, el futuro de Intel pasa por fomentar sus operaciones como fabricante de chips ofreciendo servicios a terceros. Las fábricas de Intel son más avanzadas que las de algunos de sus rivales, como GlobalFoundries, Samsung o Taiwan Semiconductor y aunque históricamente sólo se ha dedicado a la fabricación de sus propios productos, recientemente ha estado pensando en fabricar para otros.
En un comunicado Krzanich asegura sentirse honrado con la oportunidad de liderar Intel. “Tenemos activos increíbles, gran talento y un legado inigualable de innovación. Espero trabajar con nuestros equipos y empleados de todo el mundo para continuar nuestro legado”, ha dicho el futuro CEO de Intel.
Para Andy Bryant, president de Intel, Krzanich tiene “la combinación correcta de conocimiento y experiencia para liderar la compañía durante este periodo de rápido cambio tecnológico”.
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