La Comisión Europea advertirá formalmente al Gobierno chino que está otorgando subvenciones ilegales a los fabricantes de teléfonos Huawei Technologies y ZTE, lo que va contra los acuerdos comerciales y la libre competencia, según avanzó ayer Reuters.
La medida llega después de que Bruselas emprendiera el año pasado una investigación formal a las dos empresas chinas por competencia desleal. Los Estados miembros de la UE habían reunido pruebas para un caso antidumping contra Huawei, segundo mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones, y ZTE, quinta en el ranking.
“Queremos enviar una carta advirtiendo que si no cambian sus prácticas, habrá sanciones”, aseguró a la citada agencia una persona involucrada, que añadió que el comisario tenía todo el apoyo del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Mientras, Huawei y ZTE llevan tiempo negando que se hayan beneficiado de ayudas ilegales y defendiendo que cumplen con las normas de comercio internacional. Y es que no solo Bruselas ha acusado a las compañías chinas de prácticas anticompetitivas, EE UU y Australia también han denegado contratos para suministrar infraestructura de red a Huawei por sus lazos con el Gobierno chino.
Un problema al que se ha sumado el de la seguridad, pues el Congreso estadounidense pidió recientemente que se vete a Huawei y ZTE por considerar que es imposible garantizar la independencia de las dos empresas del Gobierno chino y calificarlas de “amenaza” para la seguridad del país.
Con esta nueva decisión de enviar misivas a las empresas y gobierno afectados, la UE intensifica la presión sobre los rivales de fabricantes europeos como Ericsson, Nokia y Alcatel-Lucent, con el fin de protegerse de lo que llama el dumping chino, el segundo mayor socio comercial de la UE por detrás de EE UU.
Un informe interno de la UE recomendó en 2012 que los 27 Estados miembros deberían tomar medidas contra los fabricantes chinos de equipos de telecomunicaciones porque su creciente dominio de las redes móviles suponía una amenaza para la seguridad así como para las propias empresas europeas. Según Reuters, los fabricantes chinos reciben descuentos a la exportación por parte de su Gobierno y también son capaces de vender sus equipos a precios más bajos de su producción. Además los bancos estatales de China suelen proporcionar préstamos preferentes para la infraestructura de la red en los mercados emergentes.
Huawei y ZTE argumentan que los gobiernos europeos también ofrecen incentivos a sus propios fabricantes de equipos. Estos, por su parte, temen que, si finalmente se producen las sanciones a Huawei y ZTE, China tome represalias contra sus negocios en el país asiático. Un mercado clave en la telefonía móvil.
Huawei, que en 2012 facturó 26.140 millones de euros (el 66% fuera de China), obtiene más de un tercio de sus ingresos de Europa, Oriente Medio y África, mientras que los de ZTE son una cuarta parte. En España, Huawei tiene una plantilla que ronda las 1.000 personas y trabaja con casi todos los operadores.
Más allá del negocio de equipos de red, ambos gigantes asiáticos se han colocado ya entre los primeros fabricantes de móviles del mundo. Según Gartner, en el primer trimestre de 2013, ZTE y Huawei eran quinto y sexto en la tabla global, mientras en smartphones Huawei fue cuarta y ZTE quinta.
Según Reuters, a partir de junio, la Comisión también va a imponer aranceles de miles de millones de dólares sobre los paneles solares chinos.
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