La comisión coreana reguladora del comercio ha llevado a cabo una
inspección en la sede de Seúl de Blizzard tras registrar quejas
vinculadas al juego Diablo III.
Las
autoridades coreanas han entrado en la sede de la compañía debido a una
serie de quejas registradas por consumidores. En las mismas, los
usuarios indicaban que Blizzard se había negado a devolver el dinero a
los jugadores insatisfechos con el juego.
Las insatisfacciones se
derivan, principalmente, de los problemas técnicos aparecidos en el
periodo de lanzamiento del juego y desde Corea del Sur se investiga si
la compañía estaba insuficientemente preparada para el lanzamiento del
videojuego y la avalancha de jugadores en los servidores destinados a
gestionar las partidas.
Asimismo, se investiga también, según
relata el rotativo local The Korean Times, si la compañía incumple con
sus políticas de no reembolso la legislación vigente en comercio
electrónico y contratos comerciales en el país.
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