El rotativo de tirada japonesa Nikkei afirma en sus líneas que antes de
que acabe el año Sony reducirá un 6% su plantilla total, lo que
resultará en diez mil despidos, principalmente de sus sectores basados
en químicos y tecnologías LCD. La misma publicación apunta que Sony
habría pedido a sus siete directores ejecutivos que trabajaron durante
el último año (incluyendo a Howard Stringer) que devolviesen sus pagas
extras.
Según los resultados financieros, Sony ha perdido dinero
durante los últimos cuatro años, y se ha visto envuelta en algunas
polémicas además de sufrir pérdidas como las causadas por el robo de
datos de PlayStation Network. Es de suponer que el nuevo hombre al
frente de la compañía, Kaz Hirai, está llevando a cabo algunos ajustes
para intentar cambiar esta situación.
El ejecutivo, que procede
de la filial de videojuegos de Sony, Sony Computer Entertainment, tomó
las riendas de la compañía el pasado 1 de abril, y en solo unos días presentará sus planes estratégicos.
Hirai fue anteriormente presidente de toda la división PlayStation, y
antes el máximo responsable de la rama americana de este negocio.
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