El nuevo Código Forestal de Brasil establece una
nueva normativa que, según sus críticos, reduce el nivel de protección
ambiental de los bosques. ¿Afectará esta nueva medida al prestigio del
gigante latinoamericano como defensor del medio ambiente?
Expertos consultados por la BBC señalan que
Brasil tendrá que promover una ofensiva de relaciones públicas en la
comunidad internacional para aclarar las nuevas reglas que indultan a
los productores responsables de la deforestacióni de ciertas áreas.El nuevo código, aprobado este miércoles, exime a los propietarios de tierras deforestadas de la obligación de respetar y reforestar 30 metros de margen a cada lado de las cuencas fluviales.
Estas zonas de reforestación obligatoria, llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP), fueron instauradas en 1989 con el fin de frenar la deforestación de las áreas más vulnerables.
Según la nueva legislación, que todavía depende de la sanción de la presidenta Dilma Rousseff, los propietarios que violen estas reglas tendrán que sembrar sólo 15 metros, la mitad de lo exigido anteriormente.
Sin embargo, la extensión de las APP de los ríos cuyo cauce sea mayor de 10 metros de ancho será definida por los gobiernos de cada estado.
Para los grupos ecologistas esta "flexibilidad" potenciará el riesgo de que los propietarios de las tierras se desentiendan de recuperar las áreas deforestadas.
Los defensores del nuevo código, entre ellos el parlamentario Paulo Piau, del partido PMDB-MG, argumentan que los límites de las APP perjudican a miles de pequeños productores que subsisten de las plantaciones que tienen en las orillas de los ríos.
Como borrar a Alemania y Suiza del mapa
Pero la medida ha provocado una avalancha de críticas dentro y fuera
de Brasil y se organizó una campaña que le pide a Rousseff que detenga
la ratificación del nuevo código.
En la práctica, señalan, la nueva normativa dejaría miles de kilómetros cuadrados de la Amazonía brasileña expuestos a proyectos diversos de construcción o de explotación maderera.
Medios como The Wall Street Journal en EE.UU. o El País en España hablan de una pérdida potencial de entre 400.000 y 700.000 kilómetros cuadrados de bosque, un tamaño equivalente a Alemania y Suiza o a toda la Península Ibérica.
En la práctica, señalan, la nueva normativa dejaría miles de kilómetros cuadrados de la Amazonía brasileña expuestos a proyectos diversos de construcción o de explotación maderera.
Medios como The Wall Street Journal en EE.UU. o El País en España hablan de una pérdida potencial de entre 400.000 y 700.000 kilómetros cuadrados de bosque, un tamaño equivalente a Alemania y Suiza o a toda la Península Ibérica.
"Brasil se dio un tiro en el pie"
Para los especialistas, la amnistía a la deforestación puede
convertirse en una vergüenza para un país que intenta convertirse en una
referencia en la política ambiental y que será la sede de Río 2020, la
conferencia internacional sobre el desarrollo sostenible de la ONU.
"Será necesaria una amplia campaña de información para que el gobierno rinda cuentas a la opinión pública nacional e internacional para explicar el indulto a las zonas consolidadas, es decir, las que ya están ocupadas", comentó a BBC Brasil André Nassar, director general del Instituto para las Negociaciones Comerciales Internacionales (Icone).
El superintendente general de la Fundación Amazonas Sustentable, Virgilio Viana, considera que, además, Brasil puede ser el blanco de represalias comerciales que podrían afectar a la agroindustria local.
Las represalias comerciales, agrega, podrían venir de la presión de grupos ecologistas que se oponen al indulto y de la presión de grupos de productores locales de países a los que no les interesa la competencia de los productos brasileños.
"Brasil se está dando un tiro en el pie al crear una vulnerabilidad geopolítica innecesaria", subrayó el experto.
"Será necesaria una amplia campaña de información para que el gobierno rinda cuentas a la opinión pública nacional e internacional para explicar el indulto a las zonas consolidadas, es decir, las que ya están ocupadas", comentó a BBC Brasil André Nassar, director general del Instituto para las Negociaciones Comerciales Internacionales (Icone).
El superintendente general de la Fundación Amazonas Sustentable, Virgilio Viana, considera que, además, Brasil puede ser el blanco de represalias comerciales que podrían afectar a la agroindustria local.
Las represalias comerciales, agrega, podrían venir de la presión de grupos ecologistas que se oponen al indulto y de la presión de grupos de productores locales de países a los que no les interesa la competencia de los productos brasileños.
"Brasil se está dando un tiro en el pie al crear una vulnerabilidad geopolítica innecesaria", subrayó el experto.
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